La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, destacó que la inflación a nivel mundial muestra una tendencia a la baja y se ha logrado un crecimiento económico sin recesión. Sin embargo, alertó de los riesgos de sobrendeudamiento en los países.

Los responsables de las políticas deben perseguir simultáneamente dos objetivos: la consolidación fiscal y reformas para elevar el crecimiento y dinamizar la creación de empleo, indicó en Lima, en declaraciones al margen del Foro de Coopración Económica Asia-Pacífico (APEC), en el último día de trabajos de la cumbre anual realizada en Lima, Perú.

Se requiere una consolidación fiscal “para reconstruir los amortiguadores ante el próximo shock, preservando al mismo tiempo el espacio para las inversiones públicas prioritarias, especialmente a la luz de las enormes necesidades de las transformaciones verde y digital.

La moderación fiscal nunca es popular. Y nuestro análisis muestra que cada vez es más difícil. Incluso los partidos políticos tradicionalmente conservadores en materia fiscal están desarrollando una tendencia a endeudarse para gastar. Pero es fundamental contar con reglas fiscales prudentes que sirvan de ancla para el gasto público.

Señaló que si bien la inflación está retrocediendo a nivel global–luego del repunte registrado tras la reactivación económica posterior a la pandemia de covid-19– y que se ha logrado un crecimiento económico sin recesión, también subrayó que el nivel es inferior al que se tenía antes de la pandemia.

Aunque la economía mundial está creciendo, el ritmo es casi un punto porcentual más lento que en las décadas anteriores a la pandemia.

Más restricciones comerciales

Explicó que como las altas tasas de interés aumentan el servicio de la deuda y el bajo crecimiento perjudica los ingresos, el impacto en los presupuestos gubernamentales es muy restrictivo, más aún, dijo, si se mide respecto a las enormes demandas de gasto público para educación, infraestructura y servicios sociales, especialmente en sociedades que envejecen.

Para empeorar las cosas, señaló, en un mundo más fracturado, el comercio ya no es el poderoso motor de crecimiento que solía ser. El retroceso de la integración económica global, impulsado tanto por preocupaciones de seguridad nacional como por la ira de quienes salieron perdiendo, es visible en una proliferación de barreras comerciales y proteccionismo. Sólo este año, podemos esperar ver más de 3 mil nuevas restricciones comerciales en todo el mundo.