Habitantes del pueblo de Xoco, en la alcaldía Benito Juárez, protestaron frente a la torre Mítikah por los efectos negativos que ha dejado ese inmueble y el despojo de la calle Real de Mayorazgo, porque a más de dos años de su inauguración se ha vulnerado el derecho a la movilidad segura, accesible e inclusiva, además de que el agua que llega a sus domicilios es insuficiente.

Acompañados por pobladores de La Magdalena Contreras, Xochimilco y Cuauhtémoc, entre otras demarcaciones, reprocharon a las autoridades que esa calle se haya convertido en un estacionamiento, además de que se incrementó el número de puestos ambulantes, a lo que se suma el desorden de los microbuses y la falta de planeación para mejorar el área pública, lo que forman parte de las medidas de mitigación que siguen sin cumplirse.

El representante del pueblo, Álvaro Antonio Rosales, comentó que las calles no están diseñadas para recibir tantos vehículos; en un día de fin de semana son más de 100 mil personas las que transitan por el centro comercial, la Cineteca y el hospital.

Por eso entregaron una carta a la jefa de Gobierno, Clara Brugada, para que los reciba a fin de plantear la situación y precisó que no está en contra de los vendedores, pero sí de que la autoridad capitalina encabece un ordenamiento en la zona.

Miguel Santana, de Magdalena Atlitic, sostuvo que la mafia inmobiliaria no ha caído, tenemos que seguir unidos en la defensa en contra del despojo de nuestro territorio porque las construcciones siguen sin cumplir con el uso de suelo ni consultan a los ciudadanos.

De acuerdo con un estudio que los pobladores realizaron, en Xoco siete de cada 10 viviendas pertenecen a siete megaproyectos inmobiliarios construidos entre 2005 y 2020, siete de cada 10 disponen de automóvil, seis de cada 100 personas tienen alguna dificultad para caminar o moverse y cinco de cada 100 no ven bien, incluso con lentes; en tanto, de cada 10 personas dos son mayores de 60 años y de cada 100 personas, 10 son mujeres de más de 60 y siete son hombres de la misma edad.

Indicaron que las calles de Xoco fueron diseñadas para peatones y animales de carga, por lo que carecen de aceras adecuadas y espacio suficiente.

Exigieron crear rampas y espacios accesibles, así como banquetas amplias y sin obstáculos y mejor iluminación, e insistieron en que el tráfico ha aumentado drásticamente y el reordenamiento ha priorizado el flujo vehicular sobre la movilidad y la accesibilidad peatonal.