Especialistas del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y Educación (IISUE) de la UNAM califican de acertada la desaparición del examen estandarizado de la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems), al señalar que tiene un efecto de asignación desigual.

Los jóvenes con orígenes sociales más aventajados son los que logran mejores desempeños en esta evaluación y por ello acaparan los lugares en los planteles más demandados, apuntó Daniel Cobos Marín, becario posdoctoral del instituto.

Sin embargo, advirtió que el criterio de asignación por domicilio tiene pros y contras, porque podría profundizar las desigualdades por segregación residencial, y recomendó al gobierno federal que antes de eliminar la evaluación estandarizada en el valle de México, cuente con una estrategia decisiva e integral para que no se dé esta diferenciación.

Entre los 100 compromisos de la Presidenta Claudia Sheinbaum, está la desaparición de la Comipems y la idea de que la asignación se haga con el parámetro de la cercanía al domicilio de los alumnos, lo cual para el especialista en educación podría generar mayor segregación social, de modo que es indispensable repensar ese criterio.

Piden revisar criterio

Coincidió la académica Leticia Pogliaghi, también del IISUE, quien apoya eliminar ese examen y que la asignación se lleve a cabo por el lugar de residencia, pues tendrá algunos beneficios, pero igual podría contar con cosas negativas y por ello habrá que revisar pros y contras.

Añadió que la prueba estandarizada ha favorecido a los varones, porque ingresan más de ellos que mujeres a la educación media superior, aunque éstas representan mayor número en el egreso de secundaria.

Manifestó que hay sesgos en el examen porque no se valoran ciertas habilidades de las mujeres en dicho concurso de asignación.

Por ello, señaló que si la asignación es por domicilio reduciría costos de traslado y disminuiría los riesgos de los alumnos, pero podría acentuar la segregación social.