Londres. El inevitable regreso de Donald Trump a la Casa Blanca provocó reacciones mixtas en el escenario internacional. Mientras en América Latina sus aliados, como Javier Milei en Argentina, Nayib Bukele en El Salvador y Daniel Noboa en Ecuador, celebraron efusivamente su victoria, en Europa los mensajes diplomáticos estuvieron marcados por la cautela.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró que el triunfo le abre una oportunidad de oro al líder republicano para pacificar al mundo, y el mandatario colombiano, Gustavo Petro, puntualizó que la única manera de sellar las fronteras es con la prosperidad de los pueblos del Sur y el fin de los bloqueos.

Los gobiernos de Brasil, Chile, Perú, Ecuador, Bolivia, Costa Rica y Uruguay se sumaron por separado a las felicitaciones.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a quien Trump calificó en alguna ocasión de débil y deshonesto, aseveró que la amistad entre Canadá y Estados Unidos es la envidia del mundo.

Del lado europeo, Francia y Alemania expresaron mensajes de diplomacia cautelosa. El canciller federal alemán, Olaf Scholz, expresó que quería mantener vínculos cercanos, aunque admitió que seguramente muchas cosas serán diferentes. El presidente francés, Emmanuel Macron, ofreció respeto. Reino Unido e Italia saludaron el triunfo del republicano.

En Ucrania, el gobernante Volodymir Zelensky declaró que acogía con beneplácito el enfoque de Trump de paz a través de la fuerza, pues es el principio que puede generar de forma práctica una paz justa en su país.

El premier británico, Keir Starmer, calificó de histórica la victoria y añadió que Reino Unido y Estados Unidos continuarán trabajando juntos para proteger nuestros valores compartidos de libertad y democracia. Desde Italia, la primera ministra Giorgia Meloni, cuyo gobierno liderado por la extrema derecha es políticamente cercano a Trump en algunos aspectos, comentó que Italia y Estados Unidos tenían un vínculo estratégico que, estoy segura, fortaleceremos más.

Taiwán, Egipto, India y Turquía extendieron sus buenos deseos, al igual que China, que aseguró respetar la elección del pueblo estadunidense y enfatizó que su enfoque sobre Estados Unidos no cambia con la victoria de Trump.

La reacción de Medio Oriente fue dividida. El premier israelí, Benjamin Netanyahu, calificó la victoria electoral de Trump como el mayor regreso de la historia, y agregó que ambos discutieron la amenaza iraní; en tanto, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, externó su confianza en que el republicano apoyará las legítimas aspiraciones de los palestinos a la creación de un Estado. Hamas adelantó que su postura sobre el nuevo gobierno de Estados Unidos dependerá de su comportamiento práctico hacia nuestro pueblo.

En ese sentido, un portavoz de Trump comentó al Canal 12 de televisión israelí que el republicano quiere una victoria decisiva para Tel Aviv, y criticó que la administración de Joe Biden no ha sido decisiva con su apoyo, reportó The Times of Israel.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se dijo dispuesto a trabajar de manera constructiva con el republicano, al tiempo que Mark Rutte, secretario general de la OTAN, extendió sus felicitaciones y subrayó que espera que los miembros de la alianza continúen aumentando los gastos de defensa.