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Plasmar una obra permanente en el cuerpo es un arte: Alán Villanueva
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 7 de noviembre de 2024, p. 3

Oaxaca, Oax., Históricamente, el tatuaje ha sido mal visto en la sociedad mexicana, en la que se calificaba o consideraba que quienes portaban uno eran delincuentes; sin embargo, actualmente este estigma ha ido cambiando poco a poco y aun cuando existen personas que mantienen este pensamiento, son muchas las que ahora buscan este arte, consideró el artista plástico y tatuador Alán Villanueva Gris.

Egresado de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, explicó que su acercamiento a este arte se debió a su formación académica y le tomó gusto a esta labor, que inició hace más de 10 años con las máquinas de bobinas. No obstante, como todo, el tatuaje también ha sufrido evoluciones y ahora se utiliza otro tipo de equipos, que hacen menos agresivo el trabajo sobre la piel.

Las técnicas han ido aumentando, aunado a que se brindan talleres, importantes para aprender nuevas cosas, en los que el tatuador se puede capacitar, lo que anteriormente no ocurría. Refirió que junto con su esposa, Consuelo Alonso, quien se dedica a realizar perforaciones, abrió el estudio de tatuajes y piercings Tattooarme, localizado en la colonia Reforma de la ciudad de Oaxaca.

En este lugar se realizan tatuajes y perforaciones, además de que se brindan cursos para personas que quieran dedicarse a este arte. Villanueva Gris recordó que cuando él se inició en esta labor, aprendió viendo a otros tatuadores, pero no existían cursos como tales o incluso había muchas personas celosas de su trabajo que no enseñaban.

Por ello, para él es importante compartir el conocimiento, y aunque reconoce que no lo sabe todo, se puede guiar a quienes quieren entrar en este mundo.

Villanueva Gris reconoce el tatuaje como un arte, pues plasmar una obra permanente en la piel ya lo hace algo único. Añadió que en este arte cada tatuador tiene sus propios rituales y prácticas de preparación al realizar un trabajo, pero también cada cliente lo tiene, pues finalmente son ellos quienes deciden qué llevarán en la piel.

Hay quienes llegan con sus diseños ya definidos, lo cual no quiere decir que simplemente se trata de calcar la pieza en la piel, pues se necesita dimensionar la imagen, además de hacer adecuaciones dependiendo del lugar donde pretendan plasmarlo. También hay quienes se interesan en diseños propios, que varían dependiendo de la situación, el sentir y hasta el humor en que se encuentre al crear la imagen, además de que al momento de trabajarlo siempre es una sensación diferente.

Añadió que la imagen que se plasma en el cuerpo tiene una razón de ser para cada quien y al terminar una pieza algunos clientes se han puesto a llorar, pues para ellos tiene un significado profundo; se trata de una catarsis para él o ella y llega a un lugar muy profundo. Eso, reiteró, es arte.

Villanueva Gris agregó que combina esta actividad con la pasión por la pintura; su formación como artista plástico aflora y realiza diversas obras en distintas técnicas, que son expuestas en el estudio de tatuajes y en otras galerías de la capital del estado.

Además de la satisfacción que le genera hacer tatuajes, este arte le ha dado la oportunidad de realizar sus lienzos en bastidor, pues gracias al estudio tiene la oportunidad de financiar sus pinturas, con materiales con los que él prefiere trabajar. Además, el tatuaje es de lo que vive, y se dedica a la pintura por amor profundo a esa disciplina, más que por la necesidad de vender y vivir de ello.

En Tattooarme hay tres artistas: Alán Villanueva, Char-Lee y Yael Aeneas, y su esposa, Consuelo, realiza las perforaciones corporales.