Desde Cabo San Lucas, Baja California Sur, donde el lujo de los consorcios hoteleros contrasta con la carencia de miles de personas que habitan en zonas de alto riesgo y con grandes niveles de precariedad, la presidenta Claudia Sheinbaum puso ayer en marcha el programa Vivienda para el Bienestar.

A punto de cumplir un mes de gobierno, empezaron los trabajos preliminares para construir un conjunto habitacional de 500 viviendas, de 60 metros cuadrados y tres recámaras, para los no derechohabientes más vulnerables. Por primera vez, 20 por ciento se destinarán para renta a estudiantes y jóvenes trabajadores.

En su primera mañanera fuera de Palacio Nacional, la mandataria destacó la importancia de que en Los Cabos, los trabajadores con ingresos bajos tengan una vivienda digna, asequible, porque cuando uno llega, se observan viviendas muy precarias y, al mismo tiempo, ves los grandes hoteles que cobran en cientos de dólares la habitación. No es justo. La vivienda es un derecho, no una mercancía.

Detalló que la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) levanta un censo en las zonas de mayor necesidad de la entidad para definir los 25 mil créditos que otorgará Financiera para el Bienestar, a pagar en varios años sin intereses y con una mensualidad que no represente más de 30 por ciento del ingreso de los beneficiarios.

Ya están identificados los predios y el próximo año Conavi va a tener cerca de 50 mil millones de pesos, señaló antes de la firma del convenio con el gobernador Víctor Castro Cosío. Explicó que el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) otorgará créditos a partir de noviembre para mejoramiento de casas y congelará cuentas, previa revisión financiera, así como habrá apoyo para liberar hipotecas de quienes ya liquidaron su préstamo.

▲ La presidenta Claudia Sheinbaum, en el contexto de su gira por Baja California Sur.Foto Presidencia

Viviendas para el Bienestar es uno de los programas estratégicos del gobierno, con una meta sexenal de un millón de casas nuevas en todo el país –500 mil para derechohabientes del Infonavit y 500 mil para quienes no estén afiliados a ningún sistema–. Asimismo, contempla un millón de escrituras y 450 mil mejoramientos y ampliaciones.

Infonavit está en espera de que el Senado y los congresos locales aprueben (se requiere la mitad más uno) la reforma al artículo 123 constitucional para devolver al instituto la atribución de comprar terrenos y edificar espacios habitacionales, con una constructora propia que, se confía, esté constituida en un mes.

Octavio Romero Oropeza, director general del Infonavit, señaló que ellos edificarán en la entidad 12 mil 500 viviendas nuevas en seis años y otorgarán 25 mil créditos para mejoras y adquisición de terrenos.

Hasta ahora, dijo, han identificado al menos a 20 mil derechohabientes que pueden acceder a un crédito del Infonavit para mejora, reparación o ampliación de sus viviendas, de entre 9 mil y 156 mil pesos, con plazos hasta de 10 años y tasa de interés de 11 por ciento, aunque analizan que sea menor. También ubicaron a 10 mil 530 trabajadores susceptibles de congelar el saldo y la mensualidad de sus préstamos en toda la entidad. Analizan dar facilidades a los más de 47 mil 500 derechohabientes que aún no liberan su hipoteca.

Al término de la mañanera, Sheinbaum encabezó una reunión privada con el gabinete estatal, con la finalidad de acordar sobre los proyectos estratégicos prioritarios para el estado.