Comienza la fiesta con las prácticas libres
Viernes 25 de octubre de 2024, p. a12
Un buen resultado en el Gran Premio de la Ciudad de México salvaría la temporada de huracanes que ha significado este año para el mexicano Sergio Pérez. Lo dice con la honestidad de quien ha vivido un año de escenarios inesperados. Como en un juego perverso, comenzó mejor que nunca en su trayectoria, era el subcampeón vigente y en las primeras cinco carreras sumó cuatro podios. El futuro lucía esplendoroso. Luego vino el temporal de imponderables.
Muchos problemas que el piloto tricolor atribuye, sobre todo, a las modificaciones que le hicieron a su auto y que cada fin de semana lo atormentaron después de su arranque prometedor. Porque Checo advierte que en este deporte, donde el piloto viaja en completa soledad a más de 300 kilómetros por hora, los problemas se presentan de forma inadvertida y los encargados de resolverlos se encuentran lejos.
En la Fórmula 1 piensas que haces las cosas en la dirección correcta, sin embargo sucede que a veces los resultados no llegan
, comenta antes del Gran Premio.
Tienes el coche en marcha y todo está funcionando, pero estás lejos de las personas que pueden corregir eventualidades y de pronto tienes muchos problemas. Aunque es lo mismo para todos.
Este Gran Premio tiene un valor simbólico para Pérez, es su casa y aquí ha generado un fenómeno popular incomparable, pero también porque hace un año ni siquiera pudo competir tras sufrir un choque cuando empezaba la carrera en el autódromo Hermanos Rodríguez. Ganar aquí –insiste– sería su mayor sueño como piloto de F1.
Conseguir un gran resultado definitivamente cambiaría mi temporada, que ha sido terrible
, reconoció; en el pasado Gran Premio de Estados Unidos no me fue bien, pero México es diferente a todas las demás carreras, así que voy a buscar el triunfo.
Checo necesita sacudirse las imágenes terribles de hace un año, cuando apenas comenzaba la carrera y se estrelló en la primera curva.
Tomé un riesgo y no me salió, pero yo quería el triunfo. Quizá no debí salir a pelear la victoria y sólo debí buscar el podio, pero en la Fórmula 1 no hay retorno cuando te lanzas por todo y eso fue lo que me pasó
, detalló Pérez.
El autódromo Hermanos Rodríguez tiene un trazado único que sumado a la altura de la Ciudad de México lo convierten en una prueba tanto al volante como para los ingenieros de cada equipo. Y en esa particularidad se alimentan las esperanzas de Checo de revertir la mala experiencia de hace un año.
Reto técnico
La F1 debe adecuar su competencia a las condiciones de esta ciudad. A 2 mil 240 metros sobre el nivel del mar, la densidad del aire es 25 por ciento menor y por tanto ofrece menos resistencia. Todo en conjunto representa un reto técnico pa-ra los ingenieros que deben adecuar los monoplazas para tener un buen desempeño y hacerlos confiables, explica al respecto Ruth Buscombe, quien ha sido ingeniera de Ferrari, Haas y Sauber.
A esto añaden que el autódromo tiene una de las rectas más largas de la Fórmula 1 que permite alcanzar velocidades de hasta 350 kilómetros por hora. Luego de ese tramo se enfrentan a la primera curva que es la zona de rebases más destacada
en la carrera, justo en la que Checo sufrió el percance que lo dejó fuera cuando sólo había recorrido 800 metros en 18 segundos. Lo mejor de este Gran Premio puede ser lo peor, según el día.
Hoy empieza el camino para revertir ese capítulo con los ensayos libres.