Viernes 25 de octubre de 2024, p. 30
El caso de Sandra Camacho Aguilar, una adolescente violada, asesinada y despedazada por Javier Méndez Ovalle el 28 de junio de 2013, será analizado por la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en atención a un recurso de inconformidad de los padres de la muchacha, Nieves Aguilar y Juan Camacho.
Éstos, en una rueda de prensa a las puertas del máximo tribunal, expresaron que buscan que la justicia, en su más alta instancia, corrija los numerosos vicios y omisiones que se cometieron en todas las instancias jurídicas que conocieron el expediente de su hija, ya que se violaron todos los criterios que deben aplicarse para impartir justicia plena en un caso de feminicidio.
Este es el primer caso de feminicidio que llega a la SCJN, por lo que constituye una oportunidad histórica
para que la más alta instancia del sistema judicial se pronuncie sobre lo que significa una reparación integral del daño partiendo del derecho a la verdad de las víctimas y la sociedad
, señaló a su vez el representante legal Rodolfo Domínguez, del colectivo Justicia, Derechos Humanos y Género.
Pero también es una oportunidad para el Estado mexicano, por conducto de la Suprema Corte, frente a este cuestionamiento al poder que juega el Poder Judicial en la transformación de este país, siente un primer precedente y dé respuesta a la crisis humanitaria que atravesamos
.
Esto ocurre en una coyuntura, agregó, en la que hablamos de un segundo piso de una cuarta transformación, donde se exige una verdadera atención a las víctimas. Sin una reparación integral del daño nunca vamos a poder avanzar hacia la reconciliación de esta sociedad
.
Pide limpiar su nombre
Desde la pérdida de su hija, hace 11 años, es la primera vez que el matrimonio Camacho Aguilar enfrentó a la prensa, realizó un pequeño acto de memoria en honor a su querida Sandi y habló en público de su exigencia de limpiar el nombre de la joven, que a los 17 años estaba a punto de iniciar su carrera de nutrióloga cuando su vida fue segada. El feminicida, Méndez Ovalle, purga una pena de 50 años en el Reclusorio Norte.
Domínguez, su abogado, explicó por qué este caso es paradigmático: el agresor primero estableció una relación de confianza con la víctima a través de Facebook, hasta que la citó para verse personalmente. Ese mismo día la llevó a su departamento en la unidad Tlatelolco. Con base en todas las pruebas, dictámenes periciales y necropsia de los restos recuperados, se produjo una traición de confianza, un abuso de la relación de poder, violencia sexual brutal, aniquilamiento de la vida y basurización
del cuerpo, todos estos elementos agravantes en un caso de feminicidio. Una y otra vez, cada vez que se repuso el procedimiento por los recursos interpuestos por la familia y su defensa, los juzgadores decidieron ignorar los factores de abuso de confianza y ataque sexual.
Destacó que entre jueces y magistrados de primera y segunda instancia, y en los circuitos de tribunales, prevalece la tendencia de invisibilizar pruebas científicas y eludir la perspectiva de género a la que están obligados por ley. Y por tanto, prevalece la impunidad
.
El asunto central de la demanda de los padres de Sandra Camacho a los ministros de la Corte es una resolución de reparación del daño integral, con una vocación transformadora
. Domínguez preguntó: ¿Cómo se repara lo irreparable? Esa es la pregunta que le hacemos a la Suprema Corte. Por eso esperamos una sentencia de reparación con vocación transformadora, que no es sólo monetaria, sino con actos simbólicos que recuperen la verdad y la memoria de la víctima y contemple la reparación de un proyecto de vida para su familia
.