ueblo con fe, país con fuerza, nación con esperanza. Este año es el septuagésimo quinto aniversario de la fundación de la República Popular China. Durante los 75 años, el Partido Comunista de China ha unido y dirigido al pueblo de todos los grupos étnicos a realizar esfuerzos incansables, creando dos grandes milagros: rápido desarrollo económico y estabilidad social duradera, con grandes éxitos en el desarrollo nacional. La nación china ha acogido el advenimiento de un gran salto: de la puesta en pie a una modesta prosperidad y a una naciente fortaleza.
La apertura es el rasgo distintivo de la modernización china. En la recién convocada tercera sesión plenaria del vigésimo Comité Central del Partido Comunista de China se hizo un despliegue sistemático sobre una mayor profundización integral de la reforma para impulsar la modernización china y se propusieron más de 300 iniciativas de reforma importantes. El PIB chino creció 5 por ciento interanual en el primer semestre de este año. Estudios realizados por instituciones prestigiosas internacionales han demostrado que cada punto porcentual de crecimiento de la economía china aumenta el nivel de producción de otras economías en una media de 0.3 por ciento. China aboga por un mundo multipolar equitativo y ordenado y por una globalización económica universalmente beneficiosa e inclusiva y promueve la construcción de una comunidad de futuro compartido de la humanidad. Contamos con suma convicción y capacidad para promover un desarrollo duradero de alta calidad y ofrecer nuevas oportunidades para el desarrollo mundial con nuevos logros en la modernización china.
Por los sufrimientos atravesados en la historia, el pueblo chino comprende mejor el valor de la equidad y la justicia. Desde hace tiempo, China siempre está estrechamente unida a los países del Sur Global y apoya firmemente la posición justa de México de oponerse a la injerencia externa y salvaguardar su soberanía nacional. En la actualidad, las relaciones chino-mexicanas mantienen un excelente desarrollo, cuyo carácter estratégico, complementario y mutuamente beneficioso se vuelve cada vez más destacado, traduciéndose en la comprensión y el apoyo recíprocos en los asuntos tocantes a nuestros respectivos intereses vitales y preocupaciones fundamentales, en los fructíferos resultados de la cooperación amistosa y mutuamente beneficiosa en diversos ámbitos.
En junio, transmití personalmente el mensaje de felicitación del presidente Xi Jinping a la entonces presidenta electa Claudia Sheinbaum, quien afirmó que las buenas relaciones entre México y China seguirían creciendo. El primero de octubre, en el Día Nacional de la República Popular China, Tie Ning, enviada especial del presidente Xi Jinping y vicepresidenta del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China, asistió a la ceremonia de transmisión del Poder Ejecutivo Federal de México y transmitió a la presidenta Claudia Sheinbaum las cálidas felicitaciones y los mejores deseos del presidente Xi Jinping, diciendo que China está dispuesta a fortalecer la articulación de estrategias de desarrollo con México y a ser un buen amigo con confianza mutua y un buen socio para el desarrollo común en el camino hacia la modernización.
En los primeros ocho meses de este año, el comercio bilateral entre China y México alcanzó 73 mil 913 millones de dólares, marcando un crecimiento interanual de 11.8 por ciento. Las importaciones de México procedentes de China desempeñan un papel importante en la mejora de la competitividad de las exportaciones de México en pro del equilibrio de su comercio exterior. La inversión china ha impulsado el rápido desarrollo de México en transporte, manufactura, telecomunicaciones, energías tradicionales y limpias, entre otros sectores. Las empresas chinas de energía fotovoltaica y eólica en México han reducido las emisiones de carbono en 14.3 millones de toneladas, lo que equivale a la absorción anual de dióxido de carbono de 650 millones de árboles. Los vehículos de nueva energía de China también han contribuido al ahorro energético y a la reducción de emisiones en México. Según estadísticas, en comparación con el uso de un vehículo tradicional, conducir un auto eléctrico al año equivale a plantar 153 árboles.
Estoy convencido firmemente de que, bajo el liderazgo estratégico de los jefes de Estado de China y México, y con el apoyo de personas sobresalientes de ambos países, las relaciones binacionales darán paso a un futuro más promisorio. ¡Luchemos por la prosperidad de China y México! ¡Que dure para siempre nuestra amistad!
* Embajador de China en México