Caracas. La cancillería de Venezuela ratificó ayer su “respeto absoluto” al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y aseguró que las declaraciones del fiscal general venezolano, que lo acusó de haberse convertido en “agente de la CIA”, son de carácter “personalísimo”.

El fiscal Tarek Saab comentó en entrevista que Lula, así como el presidente de Chile, Gabriel Boric, eran portavoces “de una izquierda” que representaba a la inteligencia estadunidense en la región.

El canciller venezolano, Yván Gil, publicó en su cuenta de Telegram: “en ningún momento” dicha declaración refleja “la posición del Ejecutivo, responsable de la política exterior venezolana”.

Después, Saab acusó en un comunicado a “medios extranjeros” de sacar de contexto y manipular “a su conveniencia” su opinión sobre el mandatario brasileño.

“Las declaraciones a título personal no pueden ser atribuidas a la posición oficial del Ejecutivo, quien tiene sus vocerías oficiales para tratar los temas a que haya lugar”, expresó.

En tanto, la representación venezolana en Ginebra rechazó “enérgicamente” y calificó de “panfleto” un informe de la Organización de Naciones Unidas que identificó “graves violaciones al debido proceso” contra las personas detenidas por participar en las protestas luego de los comicios del 28 de julio en los que se proclamó vencedor al presidente Nicolás Maduro.