El espacio llamado Identidades, Historias y Visiones refleja la variedad cultural y lingüística que define a México
profunda y compleja, estructurada en ocho ejes temáticos, apoyada por más de 400 piezas cuidadosamente seleccionadas.Foto Cristina Rodríguez
Miércoles 16 de octubre de 2024, p. 3
El Museo Nacional de Antropología (MNA) dio un importante paso hacia la revitalización de su oferta cultural al remodelar una nueva sala etnográfica denominada Identidades, Historias y Visiones.
Este espacio es el tercero en abrir sus puertas en un esfuerzo por actualizar las áreas dedicadas a las comunidades indígenas y afromexicanas. Se une a las salas denominadas Textiles y Fiestas, habilitadas en marzo pasado. La inauguración de todo el primer piso del museo está prevista para diciembre y promete ser un hito en la historia de esta institución.
La nueva sala ofrece a los visitantes una narrativa profunda y compleja
, estructurada en ocho ejes temáticos, apoyada por más de 400 piezas cuidadosamente seleccionadas. Esta propuesta conecta lo arqueológico con lo etnográfico, pero también pone de relieve la continuidad de las tradiciones y los cambios que han ocurrido a lo largo de más de 500 años.
Cada objeto, una historia
Cada objeto expuesto cuenta una historia, mientras la sala exhorta a los espectadores a sumergirse en la diversidad de las culturas que han dado forma a la identidad mexicana.
Durante la apertura previa, Antonio Saborit, director del MNA, rememoró el esfuerzo acumulado para delinear el alcance de esta renovación y recalcó la importancia de construir un discurso contemporáneo que refleje la variedad cultural y lingüística que define a México
.
El antropólogo Donaciano Gutiérrez Gutiérrez, en una visita guiada, ofreció su visión sobre los desafíos históricos que han enfrentado estas comunidades. Explicó cómo esas poblaciones, tradicionalmente objeto de desprecio y visiones racistas, también continúan luchando por reconstruir su historia y reivindicar su identidad en un contexto social en constante transformación. Las poblaciones indígenas y afrodescendientes han enfrentado siglos de marginación y menosprecio, pero hoy en día reclaman su lugar en la sociedad con fuerza inusitada
.
En entrevista con La Jornada, el también curador de la sala añadió que durante la pandemia de coronavirus “trabajamos en la nueva etnografía; salir de salas territoriales que contenían a varios grupos indígenas, como los mayas, para incorporar a los afromexicanos.
Hablamos de 70 grupos que representan a 24 millones de indígenas y 2 millones de afromexicanos en el país, aunado a que más de 80 especialistas han colaborado en este reacondicionamiento. El INAH tiene más de 160 museos, pero sólo cinco son nacionales. El MNA es el museo más grande de México, con 45 mil metros cuadrados, donde se concentra toda su historia.
Diego Prieto Hernández, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), destacó el arduo trabajo realizado en la renovación del museo y subrayó la importancia de este nuevo espacio para la preservación de la diversidad cultural del país.
Es propiamente la renovación de la parte de un todo que culminará en diciembre con la inauguración del primer piso del MNA, lo que nos permitirá celebrar adecuadamente las seis décadas de vida del museo y los 85 años del INAH. En la planta baja del MNA encontramos al México antiguo; en el primer piso debemos hallar al México contemporáneo
.
Donaciano Gutiérrez detalló que la sala Identidades, Historias y Visiones captura tanto los logros como los desafíos de las comunidades indígenas y afrodescendientes.
Entre los objetos expuestos se encuentran vestigios de la vida cotidiana, piezas de cerámica, textiles y herramientas de trabajo. Además, representaciones gráficas y documentales, como grabados coloniales y fotografías contemporáneas, brindan a los visitantes la oportunidad de comprender cómo los poderes coloniales y los discursos hegemónicos han intentado moldear la identidad de estos pueblos.
Pieza estelar
El mural Genética y memoria: un recuerdo al mestizaje es una de las piezas nuevas y estelares. Elaborado con madera, pastas, marmolinas, vidrio, acrílico, piel y metal, su creador es el artista guerrerense Baltazar Castellano Melo, quien narra la diversidad afroindígena de las costas de Guerrero y Oaxaca mediante dos personajes que simbolizan la unión entre ambos pueblos costeños, así como la conexión entre indígenas y afrodescendientes.
El diablo presente por medio de la danza abre las puertas del inframundo para dar entrada a los ancestros. El centro de la obra es un espacio liminal entre el Mictlán y el mundo de los vivos. La espiritualidad afroindígena está presente en cada uno de los elementos
, se lee en la ficha técnica.
El MNA, ubicado en la avenida Paseo de la Reforma y calzada Gandhi sin número, en la primera sección del Bosque de Chapultepec, se puede visitar de martes a domingo de 9 a 19 horas.