Deir-Al-Balah. Al menos 11 palestinos murieron a causa de varios bombardeos ejecutados ayer por Israel contra la franja de Gaza, en el contexto de la ofensiva desatada contra el enclave tras los ataques perpetrados el 7 de octubre pasado por Hamas y otras facciones palestinas.

Fuentes médicas citadas por la agencia palestina de noticias Wafa indicaron que al menos seis personas fallecieron en un bombardeo contra varias viviendas en la ciudad de Jan Yunis, mientras otros dos palestinos murieron en un ataque de un dron en Rafah, también en el sur.

Además, otras tres personas, entre ellas dos niños, murieron en un bombardeo contra un grupo de personas reunidas en una glorieta en el campamento de refugiados de Al Bureij, en el centro de Gaza, sin que Israel se pronunciara sobre estos últimos ataques.

El ejército de Israel lanzó una ofensiva contra Gaza tras los citados ataques, que se saldaron con cerca de mil 200 muertos y unos 250 secuestrados.

Desde entonces, las autoridades gazatíes han denunciado más de 41 mil 460 palestinos muertos en el enclave, a los que se suman más de 700 asesinados a manos de las fuerzas de seguridad israelíes y en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este desde esa fecha.

Al menos 60 por ciento de los edificios en el enclave palestino están destruidos, reveló un análisis de imágenes satelitales de los investigadores estadunidenses Corey Scher y Jamon van den Hoek, es decir, casi 169 mil inmuebles fueron afectados al 13 de septiembre de 2024.

La destrucción sin precedente causada por la guerra más letal en la historia de Gaza hace difícil imaginar una futura reconstrucción.

Las destrucciones más importantes tuvieron lugar en los dos a tres primeros meses de conflicto.

Desde el ataque de Hamas en el sur de Israel, el ejército israelí bombardea implacablemente este pequeño territorio de 365 kilómetros cuadrados y densamente poblado.

En el norte, en Ciudad de Gaza, que contaba con 600 mil habitantes antes de la guerra, casi tres cuartas partes de los edificios (73.9 por ciento) fueron alcanzados.

En Rafah, en el extremo sur tocando la frontera egipcia, casi la mitad de los inmuebles (46.3 por ciento) están dañados o destruidos. En abril, antes de que las tropas israelíes entraran en la ciudad a principios de mayo, el nivel de destrucción era de 33.9 por ciento.

En las zonas que lindan con Israel, la devastación es casi total, aseguró Amnistía Internacional. Según esta organización, en 58 kilómetros cuadrados fronterizos, más de 90 por ciento de los edificios quedaron destruidos o gravemente dañados entre octubre de 2023 y mayo de 2024.

Al 20 de agosto pasado, sólo 16 de los 36 hospitales del territorio estaban operativos parcialmente, afirmó la Organización Mundial de la Salud.

Respecto a los lugares de culto, combinando datos del centro de Satélites de Naciones Unidas y de OpenStreetMap, se infiere que 70 por ciento de las mezquitas resultaron dañadas o destruidas.

Al 6 de julio, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia contabiliza que al menos 477 escuelas sufrieron daños, lo que representa casi 85 por ciento de los 564 centros educativos del territorio. De ellas, 133 resultaron dañadas y 344 recibieron impactos directos.