Pachuca, Hgo., Artesanas indígenas otomíes de Santiago Metztititlán, municipio de Amealco de Bonfil, estado de Querétaro, por generaciones han elaborado la tradicional muñeca Lele, la cual nació por el deseo de las niñas de esa localidad de jugar a ser mamás.

Catalina Prisciliano Julián, joven artesana de Santiago Metztititlán, quien junto con su abuelita y su hermana se dedican a la elaboración y venta de las muñecas tradicionales, en entrevista para La Jornada explicó que cuando tenía cuatro o cinco años de edad, en su pueblo las familias eran numerosas, por lo que las niñas deseaban tener algún muñeco o muñeca para imitar a sus madres, tías o hermanas mayores que cuidaban a sus bebés.

Ante la falta de recursos para comprarles a sus hijas muñecas de plástico, las mujeres de Santiago Metztititlán comenzaron a utilizar la tela de su ropa vieja y listones multicolores para elaborar con mucho entusiasmo y cariño muñecas de trapo, las cuales poco a poco fueron adquiriendo la forma de la muñeca Lele.

Las niñas cuando por fin recibían sus muñequitas elaboradas por sus mamás, las abrazaban, arrullaban y las envolvían en rebozos que también les hacían sus mamás y las dormían.

Fueron las pequeñitas las que comenzaron a llamar Lele a sus muñecas, que en nuestra lengua materna otomí significa bebé. Y así con ese nombre se quedó, agregó Catalina quien tiene más de 20 años de dedicarse a su elaboración.

Poco a poco las mujeres del poblado se dieron cuenta de que la muñeca Lele atraía la atención de los turistas que visitaban el poblado por lo que comenzaron a elaborarlas para su venta.

Así con el tiempo, se convirtió en un producto artesanal que se volvió fuente de empleos para los lugareños.

De acuerdo con Catalina, 80 por ciento de los habitantes que viven en la comunidad se dedican a la elaboración de las muñecas Lele.

Es tal su importancia, que la muñeca Lele fue nombrada Patrimonio Cultural del estado de Querétaro el 18 de abril de 2018 y hace unos años, en la cabecera municipal de Amealco de Bonfil, se construyó el Museo de la Muñeca Artesanal, donde se exhiben más de 300 piezas.

Según Catalina Prisciliano, en el centro de Santiago Metztititlán hay un monumento dedicado a la muñeca Lele y hay diversas festividades a lo largo del año que los turistas pueden aprovechar para comprarlas.

Puntualizó que en junio de cada año se hace una feria dedicada a la Lele en el centro de Santiago Metztititlán.

Dijo que lamentablemente hay vivales que sin ser originarios de Santiago hacen imitaciones burdas de las muñecas, alterando sus características y haciendo uso de máquinas industriales para confeccionarlas de forma masiva en lugar de hacerlo a mano, las cuales intentan hacer pasar por originales para apropiarse del mercado.

Por ello hizo un llamado a la compra de producto originales y no de piratas de baja calidad.

Las muñecas que elabora Catalina tienen diversos tamaños, algunas incluso de unos cuatro o cinco centímetros para ser usadas como llaveros.

Todas las piezas son multicolores y elaboradas de manera minuciosa a mano.