En el Congreso Nacional que hoy realizará Morena para reformar los estatutos del partido y renovar a su dirigencia nacional, es fundamental que el partido guinda asuma su rol de apoyo a las políticas públicas de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, pero sin convertirse en un partido subordinado.

Así lo afirmó Emilio Ulloa Pérez, aspirante a la secretaría general de Morena, quien advirtió que el partido debe tener un espejo retrovisor muy grandote para evitar caer en el error de las disputas entre tribus, pues ese fue uno de los elementos principales que llevaron al PRD a su desaparición.

En entrevista con La Jornada, el ex diputado federal y local por el estado de México señaló que en la cita de hoy –a realizarse a las 9 horas en el World Trade Center– espero un congreso unitario, de suma de voluntades, que trace la ruta del apoyo y la solidaridad absoluta con Sheinbaum, quien asumirá su cargo el 1º de octubre.

Ulloa enfatizó que él apoya la candidatura de Luisa María Alcalde como presidenta morenista –fórmula en la que también está Andrés Manuel López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador–, y recordó que todavía no hay certeza sobre si el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) será electo por unidad o por el voto de cada delegado.

Todo tiene que salir el domingo (hoy), sea por consenso o por urnas. En la mañana vamos a sacar la reforma estatutaria y después entramos a la elección de la nueva dirigencia nacional. Hay mucha gente que se ha sumado a mi alrededor y espero que eso se refleje en las urnas, pero vamos a esperar, porque en política todo puede pasar, señaló.

Luego de recordar que hace cuatro años aceptó hacerse a un lado en la carrera por la secretaría general para que asumiera el cargo Citlalli Hernández –por un criterio de equidad de género–, Ulloa afirmó que en esta ocasión si Alcalde es presidenta de Morena un hombre debería ocupar la segunda posición dentro del partido, para cumplir con la paridad absoluta del CEN.

De igual forma, recalcó que el papel de Morena debe ser el de respaldar todas las propuestas de Sheinbaum, aunque sin perder su propio margen de acción.

Debemos hacer un partido que sí esté comprometido con la gente, con la presidenta, porque esa va a ser nuestra tarea. No hacer un partido de Estado, subordinado, sino de acompañamiento a las políticas públicas de la nueva mandataria.

–¿Cómo hacer para que en Morena no empiece a haber disputas entre grupos y señales de división?, se le preguntó.

–Tenemos que comprar un espejo retrovisor muy grandote para que en él podamos ver todos los errores del pasado de los otros partidos. ¿Cómo se acabó el PRD? ¡Por las tribus, por los grupos, por los intereses, y un grupo enterró a un partido! Esos errores no podemos cometerlos.