Despidos arbitrarios y represalias contra trabajadores, como incluirlos en listas negras por ejercer su libertad sindical y demandar sus derechos, son prácticas que subsisten y menoscaban las relaciones laborales en México, a pesar de la aplicación del mecanismo de respuesta rápida del T-MEC desde hace cuatro años, advirtieron expertos y los agregados laborales de las embajadas de Estados Unidos y Canadá en el país.

En la Conferencia Internacional Libertad y Democracia Sindical, José Carlos Bazán, agregado laboral de Canadá, señaló que si bien México ha modernizado sus leyes del trabajo, aún persiste la resistencia al cambio de empresas que continúan con prácticas que van en sentido contrario a las obligaciones establecidas en el T-MEC y la reforma laboral de 2019.

En un balance de la aplicación de ambos instrumentos, destacó que si bien existe el compromiso de las autoridades mexicanas de hacer cumplir las obligaciones de trabajo, consideró apremiante la asignación suficiente de recursos para lograr un resultado verdadero de los cambios legales en la materia.

Si queremos que el impacto de la reforma sea real, se necesitan recursos que permitan planificar a largo plazo, buscando fortalecer los roles de vigilancia e inspección, indicó Bazán.

Nuevas reglas del juego

Pablo Solorio, agregado laboral de Estados Unidos, coincidió en que pese a los logros obtenidos, aún existen actores que no han entendido las nuevas reglas del juego y siguen utilizando un modelo que suprime costos laborales y viola los derechos de los trabajadores, y siguen generando productos a costa de su sudor.

Ante representantes de organizaciones gremiales independientes, académicos, abogados laboristas y expertos en materia sindical, aseguró que a través del mecanismo de respuesta rápida del T-MEC se han recuperado más de 5 millones de dólares en salarios caídos y se ha reinstalado 100 empleados despedidos por su libertad sindical. Agregó que también se han beneficiado 30 mil trabajadores, producto de las 26 quejas activadas al amparo del tratado trilateral.

Héctor de la Cueva, coordinador del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical, expuo que el capítulo 23 del T-MEC ha producido grandes cambios en el mundo laboral en México. Sin embargo, dijo que el hecho de que se haya recurrido muchas veces al mecanismo de respuesta rápida obedece a que en el marco mexicano todo sigue siendo muy lento.

Ben Davis, del sindicato metalúrgico United Steelworkers (USW), señaló que en la mayoría de esos más de 20 casos, únicamente cuatro organizaciones sindicales son las que han promovido las quejas laborales: el Sindicato Nacional Minero, el Cilas, la Liga Sindical Obrero Mexicana, y el Sindicato Independiente Nacional de Trabajadoras y Trabajadores de la Industria Automotriz.

(Con información de Alexia Villaseñor)