La euforia por el campeonato de Diablos Rojos del México traspasó fronteras. Tan pronto como Robinson Canó atrapó el último out en la Serie del Rey contra Sultanes, las celebraciones se multiplicaron en cada rincón del país donde late el sentimiento por el equipo escarlata. La noche del título 17 en la Liga Mexicana de Beisbol quedará en el recuerdo de muchos, gente que dio todo por disfrutar de este triunfo que tardó 10 años en llegar. Me gusta ganar, pero lo que me gusta más es un juego de beisbol, aplaudir alguna buena jugada de cualquier equipo. Con eso, salgo satisfecho del parque, afirmó el empresario y dueño de los Pingos, Alfredo Harp Helú, como si nunca hubiera perdido la emoción de admirar este deporte.

Los campeones regresaron ayer de Monterrey rodeados por una pequeña marea roja en el aeropuerto. Hubo banderas, franelas personalizadas con el nombre del estadunidense Trevor Bauer y de Juan Carlos Haper Gamboa, así como dece-nas de celulares que grabaron y ayudaron a entender el momento que atraviesan los jugadores del México. “Nunca había sido parte de un equipo como éste, que ha ganado tantos partidos, tan completo en el bullpen, el promedio de bateo. Todo ha sido una experiencia increíble”, señaló Bauer, quien rompió récord de ponches esta temporada en la LMB al sumar 19 en un partido de nueve entradas contra Guerreros de Oaxaca.

Bauer llegó a la Pandilla escarlata en marzo de 2024. El acuerdo estipulaba que estaría sólo seis juegos, para luego regresar a Grandes Ligas. Ese tiempo se alargó tres partidos más y, en el All-Star Game que reúne a los mejores elementos del circuito, el estadunidense anunció su permanencia hasta el final de la temporada. Nadie sabe lo que puede pasar ahora. Eso no depende de mí. Trevor es agente libre. Él está encantado de vivir en México, igual que Robinson Canó. Aquí logró su primer campeonato, vamos a tratar que se quede, agregó Harp Helú, consciente de un deseo multitudinario de la afición de los Rojos de que el pitcher continúe su carrera la siguiente campaña.

Diablos es el equipo con más títulos ganados en la LMB con 17 coronas. La historia comenzó en 1956 y se extendió en 2024 con el mánager Lorenzo Bundy. Su nombramiento en enero pasado removió los recuerdos de quienes lo vieron con la franela roja, de 1985 a 1988, haciendo dupla con Nelson Barrera y bajo la batuta de Benjamín Cananea Reyes. Tener mi nombre en la placa de los mánagers que hicieron historia en el pasado es un gran honor, confesó Bundy en plena celebración. “Yo jugué para Cananea, aprendí de él cosas que me ayudaron y otras que no debo de hacer. Cuando me di cuenta de los jugadores que tenía mi equipo, entendí lo que podíamos hacer”.

Para cerrar este capítulo, la directiva de los Pingos convocó a sus seguidores a acompañar la noche de este miércoles al equipo campeón en el estadio Alfredo Harp Helú de manera gratuita. Es momen-to de hacer historia. Después de 10 años, el trofeo vuelve a casa, refirió la invitación publicada en redes sociales, con la imagen del título 17 conseguido en la Serie del Rey ante Sultanes. La afición fue una parte clave para nosotros. Fue el motor que nos alentó cada día a dar lo mejor de nosotros, resaltó Robinson Canó, todavía con el sabor dulce de la victoria. “Como jugador siempre me preparo para cualquier situación. Por eso estaba listo cuando llegó el último out”.