Constanza Delón Córdoba, directora de Seguridad Vial de la Secretaría de Movilidad (Semovi), señaló que se requieren acuerdos a nivel de la zona metropolitana, ya que 70 por ciento de las infracciones, independientemente de si son económicas o cívicas, no se pueden cumplir porque no se tiene un esquema para darles seguimiento.

Se requieren estos esquemas de colaboración para que todas las infracciones sean aplicables, independientemente del tipo de placa que se tenga para dar cumplimiento a la ley, apuntó durante un panel virtual convocado por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (IPTD).

Apuntó que son necesarios mayores esfuerzos para atender la evasión de la ley y las infracciones en el caso de vehículos eléctricos y motocicletas.

Agregó que la Secretaría de Movilidad ha hecho diferentes encuestas de percepción entre los asistentes con sanciones presenciales de fotocívicas y alrededor de 54.5 por ciento indica que prefiere cumplir infracciones con cursos y actividades presenciales que económicamente.

En tanto, 86.5 por ciento considera que ha sido efectivo el programa de reducir las infracciones de tránsito en la Ciudad de México.

Sin embargo, también se tienen varias quejas de personas que preferirían pagar monetariamente; esto, porque indican que las fotocívicas requieren dedicar mucho tiempo y al final, además tienen que cumplir con cursos en línea, asistir de manera presencial, dar una vuelta en bicicleta, realizar una serie de cuestiones y posteriormente pasar a los trabajos comunitarios.

Exponen que además de dedicar cinco minutos en hacer esa transacción económica, les toma tiempo asistir a este tipo de cursos.

La funcionaria indicó que es necesario entender por qué está mal rebasar los límites de velocidad, por qué está mal quedarse encima de la cebra peatonal o cuáles son realmente las implicaciones que tiene este cambio de paradigma para la movilidad.

Asimismo, por qué a determinadas personas se les considera vulnerables.

Reforzar fotorradares

En tanto, un análisis del IPTD advierte que las ciudades de México y Guadalajara se enfrentan al reto de fortalecer la cobertura y expansión de sus programas de fotorradares, cuyos efectos se han diluido con el tiempo.

El análisis de tipo comparativo con los programas de fotorradares de la Ciudad de México, Guadalajara y São Paulo para entender los efectos de su implementación y cobertura, arrojó que en la última urbe, con una mayor cobertura, se redujo en más de 40 por ciento el número de muertes por siniestros viales.

Uno de los principales retos de los programas de fotorradares es la evasión y reincidencia al no existir una base de datos integrada de matrículas, agrega el estudio.

La restructuración del programa de fotomultas a fotocívicas en la capital del país tuvo efectos positivos al inicio. En 2019, la presencia de radares redujo entre 7 y 15 por ciento el número de personas lesionadas y en 2020 entre 8 y 15 por ciento.

Sin embargo, para 2021 el efecto se diluyó, pues el número de siniestros fue el mismo que antes de la expansión del programa en 2018.

A pesar de una tendencia generalizada de reducción de siniestros viales a nivel ciudad, en Guadalajara el programa Fotoinfracción es limitado y debido a la disipación del impacto del programa en el tiempo, no se identificaron nuevos efectos significativos en las áreas intervenidas.