Pekín. El presidente de China, Xi Jinping, se reunió este jueves con Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional estadunidense, en un encuentro que abordó varias de las problemáticas entre ambos países, como el flujo de drogas sintéticas hacia América del Norte, las tensiones en Taiwán y con Filipinas debido a operaciones en el Mar de China Meridional, así como los riesgos de la inteligencia artificial para la seguridad de las naciones.

Xi enfatizó el compromiso firme de su país de mantener relaciones binacionales estables, saludables y sostenibles, y pidió que Estados Unidos considere a China y su desarrollo de una manera positiva y racional (...) como una oportunidad en lugar de un desafío; además, que haga lo propio para encontrar la manera correcta de que los dos grandes países se lleven bien.

Pactan llamada telefónica

Sullivan detalló que en la reunión se tocaron varios temas puntuales, como la guerra de Rusia contra Ucrania y las tensiones en el Mar de China Meridional. Ambas partes acogieron con agrado los esfuerzos en curso para mantener abiertas las líneas de comunicación, incluida la planificación de una llamada entre los presidentes Biden y Xi en las próximas semanas, amplió la Casa Blanca.

Nos siguen preocupando las políticas comerciales injustas y las prácticas económicas no mercantiles de China. Seguimos profundamente preocupados por el apoyo de China a la base industrial de defensa de Rusia y su impacto en la seguridad trasatlántica y europea, expuso el consejero estadunidense a la prensa internacional, luego de la reunión con Xi, que se da a meses de que termine la administración del gobernante demócrata Joe Biden.

De acuerdo con una tarjeta informativa difundida por el gobierno chino, el presidente Xi señaló que en medio de cambios y turbulencias: “los países necesitan solidaridad y coordinación, no división ni confrontación. La gente quiere apertura y progreso, no exclusión ni retroceso.

Como dos grandes países, China y Estados Unidos deben ser responsables de la historia, de la gente y del mundo, y deben ser una fuente de estabilidad para la paz mundial y un propulsor para el desarrollo común, enfatizó.