Madres de víctimas de feminicidio y de personas desaparecidas, activistas y sobrevivientes de violencia solicitaron a la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la Ciudad de México intervenga para que la glorieta de Las Mujeres que Luchan (antes glorieta Colón) sea reconocida públicamente como sitio de memoria, encuentro y exigencia de justicia.

En una reunión con la presidenta de la CDH, Nashieli Ramírez, pidieron que se realice también una investigación sobre los actos de vandalismo y agresiones sufridas, incluida la detención arbitraria y el abuso sexual contra un familiar de una defensora.

Además, que el gobierno reconozca que la impunidad y la ausencia del Estado nos ha llevado a una situación extrema de violencia e impunidad, y aplicar medidas de protección para garantizar la seguridad e integridad de este espacio ubicado en Paseo de la Reforma.

El cambio de nombre de la estación Amajac del Metrobús por el de glorieta de Las Mujeres que Luchan, iluminación y una reunión con la próxima jefa de Gobierno, Clara Brugada, para dar seguimiento a sus planteamientos, fueron otras solicitudes.

La ombudsperson se comprometió a gestionar un encuentro después de que Brugada tome posesión, y determinar en la reunión del 20 de septiembre la emisión de un informe especial o un pronunciamiento general en busca de que se reconozca dicho espacio como solicitan.

A casi tres años de tomar de manera pacífica este espacio, el 25 de septiembre de 2021, las asistentes expresaron su temor a ser desalojadas, pues ha habido varios intentos que llevaron a la presentación de una queja ante la CDH en 2022.

En una reunión con el gobierno se nos amenazó

Comentaron que en la mesa de trabajo que se instaló el 24 de febrero del año pasado, el jefe de Gobierno, Martí Batres, nos amenazó diciendo que ya tenía nuestros nombres y rostros, luego de que nos negamos a convivir con la escultura de Amajac.

Además, recordaron, cambió el nombre de la parada del Metrobús a Glorieta de Amajac, como una muestra más de autoritarismo y violencia institucional. Hoy sólo buscamos un reconocimiento a nuestra lucha, que no tiene un fin político, sino social.

El objetivo que perseguimos es dignificar la memora de quienes ya no están con nosotras, de contar con un lugar para acompañarnos y luchar juntas por justicia, pues no basta cambiar el nombre de una calle para lograrlo.

Advirtieron que si es necesario cerrar calles para conservar este espacio, lo vamos a hacer, porque resulta injusto que el gobierno de la ciudad no reconozca la lucha de las mujeres.