París. La justicia francesa imputó ayer al fundador de Telegram, Pável Dúrov, de origen ruso, una serie de cargos vinculados al crimen organizado, pero lo dejó en libertad bajo control judicial y con la prohibición de abandonar el país.

Al multimillonario de 39 años, detenido el sábado en el aeropuerto de Le Bourget, se le acusa de no actuar contra la difusión de contenidos delictivos en su servicio de mensajería cifrada.

Los jueces lo imputaron por complicidad en la administración de una plataforma en línea y por permitir una transacción ilícita en banda organizada, delito castigado hasta con 10 años de cárcel.

Entre las otras imputaciones figuran el rechazo a cooperar con las autoridades en las interceptaciones autorizadas por la ley y blanqueo de crímenes en banda organizada.

Los magistrados también lo investigan por complicidad en la distribución de imágenes de pornografía infantil, narcotráfico, estafa en banda organizada y asociación de malhechores para cometer delitos, entre otros.

El abogado de Dúrov en Francia, David-Olivier Kaminski, consideró absurdo declarar que Telegram o su propietario son responsables de los abusos que se producen en ese servicio de mensajería.

Telegram cumple con las leyes europeas, incluida la Ley de Servicios Digitales, sus acciones de moderación están en línea con los estándares de la industria. No tiene sentido decir que la plataforma o su director son responsables de los abusos ocurridos en la última, declaró Kaminski a la agencia RIA Nóvosti.

El letrado agregó también que su cliente pagará en breve la fianza de 5 millones de euros solicitada por la justicia francesa como una de las condiciones para su liberación.

Telegram, que cuenta con 900 millones de usuarios, se ha posicionado como una alternativa a las plataformas de mensajería estadunidenses, criticadas por su explotación comercial de los datos personales de los usuarios.

La mensajería cifrada, que defiende la confidencialidad, desempeña un papel clave en el contexto de la ofensiva rusa en Ucrania, que comenzó en febrero de 2022, y es usada activamente por políticos y observadores de ambos bandos.

Pero sus detractores acusan a Telegram de albergar contenidos a menudo ilegales, desde imágenes sexuales extremas hasta desinformación, pasando por servicios de compra de drogas.

La justicia francesa abrió una investigación el 8 de julio por complicidad en delitos organizados en la plataforma y también había emitido una orden de detención contra Nikolai, hermano de Pável, cofundador de Telegram en 2013.

Francia decidió también ayer otra investigación contra Dúrov por violencia grave contra uno de sus hijos nacido en 2017 por hechos ocurridos en París, indicó una fuente próxima al caso.

Dúrov, cuya fortuna la revista Forbes estima en 15 mil 500 millones de dólares, recibió también el apoyo del jefe de la red social X, Elon Musk, y del denunciante estadunidense residente en Rusia, Edward Snowden.