La Comisión Permanente del Congreso de la Unión concluyó ayer sus trabajos con un debate en el que Morena acusó a la oposición de intentar dar un golpe de Estado técnico al pretender que la Corte tenga la última palabra sobre el reparto de plurinominales, y no el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) como establece la ley.

Fue la última confrontación de senadores y diputados de la 65 legislatura, pues con la sesión de este martes finalizaron sus actividades, para que el 29 de agosto lleguen los integrantes de la 66 y se realice la sesión constitutiva de las cámaras de Senadores y Diputados.

Una buena parte de los legisladores pudieron hacer uso de la tribuna por última vez, como la perredista Edna Díaz, quien habló de la gandallez, la envidia, el tribalismo y las traiciones que llevaron a la destrucción del PRD; o la priísta Beatriz Paredes Rangel, quien advirtió que sobrevalorar el peso de las mayorías puede llevar al totalitarismo.

Al debatir sobre la actuación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación bajo el título La suprema vendepatrias, el diputado morenista Hamlet García Almaguer se refirió a la contradicción de tesis que presentó la dirigencia del PAN para tratar de echar abajo la distribución de los legisladores plurinominales aprobada por el Instituto Nacional Electoral (INE).

Calificó dicha denuncia de un intento de golpe de Estado técnico y para tratar de detener la mayoría calificada de su partido. Pero el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá no quiso, pese a que hicieron magia para darle entrada al documento en 24 horas.