Desde temprana hora, miles de niños y adolescentes inundaron las calles del país para iniciar ayer el ciclo escolar 2024-2025. En las filas para ingresar a los planteles hubo sentimientos contrapuestos: incertidumbre por empezar una nueva etapa y felicidad por rencontrarse con los amigos.

A nivel nacional, ayer volvieron a las aulas más de 23.9 millones de alumnos de educación básica, y con ellos, 1.2 millones de docentes y directivos que laboran en 231 mil escuelas públicas y privadas.

En este año lectivo se distribuirán 162 millones de libros de texto gratuito, los cuales fueron distribuidos a alumnos de prescolar y primaria desde ayer, mientras en secundaria se prevé iniciar el reparto la próxima semana.

En la escuela primaria España, en el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México, cientos de niños acompañados de sus padres esperaron con emoción que se abriera el portón del antiguo inmueble colonial, sede de su plantel.

Ubicado en la calle San Jerónimo 128, en pleno barrio de La Merced, atiende a 280 menores. Uno de ellos, Aarón, de seis años de edad, llegó emocionado al acceso principal de su escuela. Acompañado de su padre y abuela, apresuró el paso para ser de los primeros en llegar.

Con su uniforme nuevo, de rojo y azul, y cargando a sus espaldas una enorme mochila amarilla de su personaje favorito, lucía un poco nervioso ante la expectativa de conocer nuevos amigos.

Hoy me levanté muy temprano. Le dije a mis papás que quería desayunar pronto para venirnos a la escuela, porque ya quiero conocer mi salón y a mis nuevos compañeros, contó sonriendo mientras mostraba la marca de sus bigotes de leche.

A poca distancia, en el populoso barrio de Santa María La Ribera, cientos de adolescentes también madrugaron. En compañía de sus padres, llegaron puntuales a la secundaria José Vasconcelos que se encuentra en la calle Naranjos.

Amaya y Édgar, alumnos de primer grado, se dijeron satisfechos de haber ingresado a una de las escuelas de mayor demanda de su colonia. Estoy contento porque logré quedarme. Yo quería estar en esta escuela o en la anexa (plantel anexo a la Benemérita Escuela Nacional de Maestros). Es un sueño porque aquí también estudiaron mis padres, afirmó Édgar momentos antes de ingresar al plantel.

Valentín Cruz, director del plantel, con 40 años de servicio, destacó que el mayor desafío en el inicio de este ciclo escolar es garantizar que los estudiantes se adapten al trabajo por proyectos y que como equipo docente logremos la mejor planeación para reforzar sus aprendizajes.

El regreso a clases no sólo está lleno de emoción y alegría para niños y adolescentes. Para muchas familias representa un esfuerzo económico. Sabíamos que el regreso implica un gasto fuerte, por eso comenzamos a comprar poco a poco los materiales desde que nos dieron la lista de útiles al final del ciclo pasado, aseguró Johana, madre de Esteban, de cuarto grado de primaria.

Como parte del gasto para el regreso a clases, decenas de padres entregaron a las escuela los materiales de limpieza, entre otros, papel higiénico, jabón liquido para manos y desinfectantes.

A ello se suma el costo de los uniformes y el calzado escolar. A diferencia del año pasado, que gastamos 700 pesos, ahora fueron más de mil por el impacto de la inflación, aseguró Alfredo, padre de Monserrat, alumna quien ingresó a segundo grado de primaria.

La salud mental y emocional de niños y adolescentes también debe ser atendida en este regreso a clases.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recomendó a los padres de familia mantener comunicación con sus hijos y profesores para conocer los logros y miedos a los que se enfrentan conforme avanzan sus clases. Además, entre otras medidas básicas, recordó que la mochila no debe tener una carga mayor de 15 por ciento del peso corporal del menor.

Con información de Alexia Villaseñor.