La propuesta de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) de marcar o troquelar los tanques de gas licuado de petróleo (LP) con el nombre de la empresa que los distribuye no sólo pone en riesgo el acceso del energético a las familias más vulnerables en México, sino que generará una inflación oculta, advirtió Tzirancamaro Figueroa, presidente de la Asociación de Distribuidores de Gas Licuado del Interior (Adigas).

En conferencia, el directivo explicó que el órgano regulador analiza un acuerdo con el cual pretende limitar la posibilidad de que los consumidores intercambien sus tanques portátiles con cualquier gasera, como actualmente ocurre, medida con la cual se busca que las empresas distribuidoras inviertan en el mantenimiento de los envases, así como en su renovación.

Pretenden mejorar el estado físico de los cilindros portátiles. Todos sabemos que el parque nacional, en general, se encuentra en mal estado. Ellos consideran que troquelar los cilindros propiciará que mejoren, indicó.

Advirtió que si bien la propuesta tiene buenas intenciones, en realidad se estarían imponiendo barreras importantes para que la población tenga acceso al energético, pues serán cautivos de una sola empresa distribuidora, la cual tendrá derecho de uso exclusivo sobre el envase.

Comentó que el modelo actual permite a la población comprar el energético conforme a sus necesidades, y si tiene una emergencia, acudir a cualquier distribuidora.

Destacó que si bien los precios del gas LP están topados por la CRE desde agosto de 2021, poner en práctica esta medida creará una inflación oculta.

Añadió que si bien las distribuidoras van a respetar el precio del gas, las que son incumplidas darán menos energético a los consumidores, pues los envases son esmerilados para quitar el troquel .

Evidentemente incurrirán en un gasto y lo van a trasladar al consumidor no dándole kilos completos. Ese tipo de inflación no deja ningún rastro.

Explicó que las gaseras quitan la marca con un esmeril, lo cual causa un deterioro estructural al cilindro y reduce el tamaño de los envases.

Apuntó que la población de escasos recursos será la más afectada, pues no sólo se limita el uso del gas LP, sino que podrían volver al uso de la leña, lo cual afecta su salud.

Recordó que México es el sexto consumidor de gas LP en el mundo. El instituto Nacional de Estadística y Geografía estima que 99 millones de mexicanos lo utilizan y que 22 millones de hogares adquieren cilindros portátiles de 20, 30, 45 y hasta 10 kilogramos.

Apuntó que aunque se desconoce el número exacto de envases que existen en el país, se estima que al menos uno por ciento se encuentran en muy mal estado.