Un colector obstruido, la causa
La lluvia del lunes formó otro en la banqueta y el arroyo vehicular // Dueños esperan peritaje
Miércoles 21 de agosto de 2024, p. 31
Un socavón de 10 por ocho metros de diámetro y dos de profundidad se formó debajo de una vivienda y provocó fracturas en la construcción de dos pisos al colapsar el drenaje de la calle Guadalupe I. Ramírez, en el pueblo de San Lucas Xochimanca, en Xochimilco, donde también se formó una oquedad de unos 30 metros cuadrados sobre el arroyo vehicular y parte de la banqueta tras la fuerte lluvia del lunes por la noche.
La obstrucción del colector que desaloja los escurrimientos que bajan de los pueblos de Topilejo y San Mateo Xalpa hacia el vaso regulador San Luis provocó que el agua saliera por una rejilla en la calle Guadalupe I. Ramírez, casi esquina con Fernando Celada, fracturara el tubo, socavara el suelo y parte del torrente entrara al domicilio marcado con el número 88 por un hueco que formó en la cimentación de la barda perimetral, explicó Patricia Alquicira, propietaria del inmueble.
El agua, señaló, bajó en cascada hacia la vivienda y la inundó hasta una altura de 40 centímetros, pero encontró salida por un hueco en el patio, de lo contrario hubiera inundado por completo los cuartos de la planta baja, pero erosionó el suelo bajo la construcción, se llevó incluso un tramo de la cimentación, fracturó los pisos de concreto del patio y una cochera y resquebrajó parte de la construcción
La oquedad se extendió medio metro al patio del predio contiguo, donde dejó también volando un tramo de la cimentación.
Personal de Protección Civil de la alcaldía que hizo una primera inspección de ambas oquedades, en la calle y bajo el domicilio, señalaron a la familia Alquicira que el socavón tiene un diámetro de 10 por ocho metros y una profundidad de dos metros. Tendrá que realizarse un estudio de las condiciones estructurales del inmueble que era ocupado por los hijos y la madre de Patricia.
En la casa contigua de Guadalupe I. Ramírez 90 la oquedad dejó volando dos tramos de la mampostería de piedra, de dos y un metro aproximadamente y medio metro hacia dentro del predio de Pedro Ruiz, quien piensa que el agua encontró allí debajo un resumidero porque no hay otra explicación de para dónde se fue tantísima agua
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Cada año es lo mismo con las aguas broncas
Tanto Patricia Alquicira como Pedro Ruiz explicaron que todos los años las aguas broncas que bajan de la parte alta se acumulan en una cuneta al final de Guadalupe I. Ramírez, antes de avenida Acueducto. Se pusieron rejillas hace dos años que han servido para desfogar el agua con mayor rapidez, en media hora, porque antes permanecía encharcada hasta un mes, pero nunca antes había afectado a alguna vivienda y la tormenta de antenoche, aunque sólo duró entre 20 y 30 minutos, fue muy fuerte.
Pasadas las 2 de la tarde la alcaldía ya había rellenado la oquedad de la calle con grava y un camión de carga la estaba compactando para posteriormente colocar el asfalto, pero en la vivienda de la familia Alquicira seguían a la espera del especialista para determinar la seguridad estructural del inmueble y no se habían realizado trabajos de limpieza en el patio ni en los cuartos, donde aún se observaban capas de lodo.