Martes 13 de agosto de 2024, p. 25
Ginebra. En su 75 aniversario, las normas más conocidas del mundo para proteger a civiles, detenidos y soldados heridos en guerra han sido ampliamente ignoradas –desde Gaza hasta Siria, Ucrania y Myanmar– y sus defensores piden un nuevo compromiso con el derecho internacional humanitario.
Las Convenciones de Ginebra, adoptadas por casi todos los países desde que fueron finalizadas el 12 de agosto de 1949, se han visto arrinconadas mientras milicias y fuerzas nacionales ignoran de forma habitual las reglas de la guerra.
El derecho internacional humanitario está bajo presión, ignorado, socavado para justificar la violencia
, indicó ayer Mirjana Spoljaric, presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que supervisa las convenciones.
El mundo debe comprometerse de nuevo con este fuerte marco de protección para el conflicto armado, uno que sigue la premisa de proteger la vida en lugar de justificar la muerte
, afirmó.
Las convenciones, con raíces que se remontan al siglo XIX, aspiran a marcar normas sobre la conducta bélica: prohíben la tortura y la violencia sexual, requieren un trato humano a los detenidos y ordenan búsquedas de personas desaparecidas.
Los documentos reflejan un consenso global de que todas las guerras tienen límites
, dijo Spoljaric a periodistas en la sede del CICR en Ginebra. La deshumanización, tanto de combatientes enemigos como de población civil, es un camino a la ruina y el desastre
.
La Cruz Roja sostiene que las convenciones hacen más falta que nunca al existir más de 120 conflictos activos en todo el mundo, lo que supone que se han multiplicado por seis desde 1999, cuando las convenciones cumplieron medio siglo.
En la actualidad, muchos países y combatientes aprovechan lagunas en el derecho internacional humanitario, o lo interpretan como les conviene. Hospitales, escuelas y ambulancias se han visto atacados, han muerto civiles y hay países que niegan acceso a los detenidos.