“Desaparece“ el nacionalista tras acto masivo
En un pleno atípico, pactan nuevo gobernante entre los partidos Socialista, Esquerra Republicana y En Comu
Viernes 9 de agosto de 2024, p. 28
Madrid. En uno de los plenos parlamentarios más atípicos de las décadas recientes, el socialista Salvador Illa sacó adelante su investidura como nuevo presidente de Cataluña, gracias a los votos de tres partidos: el Socialista de Cataluña (PSC), En Comu Podem y los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
Sin embargo, el debate estuvo marcado por la reaparición del ex presidente Carles Puigdemont, quien tras siete años en el exilio
volvió a Barcelona, para pronunciar un breve discurso frente a unos mil simpatizantes y después volver a desaparecer, sin que pudiera ser detenido por el dispositivo policial activado para ese fin.
La jornada en la que el socialista Illa sepultó casi 15 años ininterrumpidos de gobiernos nacionalistas, un periodo en el que se impulsó el proceso de independencia unilateral fallido de 2017, estuvo marcado por la aparición y fuga de Puigdemont.
La presencia del líder independentista en Cataluña fue pública, anunciada con varios días y con decenas de cámaras transmitiendo en directo su primer mitin político, y aún así el ex mandatario fue capaz de evadir los controles, sin que se conozca, hasta el cierre de esta edición, su paradero.
Algunos sostienen que regresó a Bélgica, donde ha vivido desde hace siete años, y otros que está en el sur de Francia o escondido en algún rincón del norte de España a la espera de que amaine la polémica por su incursión
en el país.
La policía autonómica catalana, los Mossos d’Esquadra, que eran los que tenían la encomienda de cumplir la orden judicial para su detención, activaron durante cuatro horas lo que llamaron la Operación Jaula, que pretendía localizar y arrestar al ex presidente. Pero fue inútil.
El único resultado concreto del operativo fue la localización del vehículo en el que huyó, propiedad de un policía autonómico catalán, que fue detenido posteriormente, al igual que otro agente que también colaboró con la huida del político nacionalista.
Además, se registraron 22 heridos leves durante la concentración y posterior disolución de la aglomeración de simpatizantes de Puigdemont a las puertas del Parlamento, que fueron rociados con gas pimienta por los agentes antidisturbios de la seguridad pública autonómica.
A pesar de que en Barcelona había un operativo policial intenso para localizar al ex presidente, de que todos los partidos políticos estaban más pendientes de si finalmente lo localizaban o no, y de que incluso el presidente del Parlamento, Josep Rull, ex consejero del gobierno de Puigdemont, valoró suspender el pleno para garantizar los derechos de todos los diputados, en referencia al impedimento del ex presidente de participar en el debate por la orden judicial en su contra, finalmente el socialista Illa logró sacar adelante la investidura por 68 votos a favor frente a 66 en contra, y gobernará Cataluña hasta 2028.
De esta manera, Illa se convierte en el tercer presidente de la Generalitat de las filas socialistas desde la restauración a la democracia, después de Pasqual Maragall y José Montilla.