Horas antes de que se efectuara la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos para discutir la situación en Venezuela tras los comicios, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que la canciller mexicana, Alicia Bárcena, no participaría porque la postura del organismo es poco seria y no es responsable en la coyuntura que enfrentan los venezolanos.

El mandatario cuestionó que aún antes de conocer resultados, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, ya había reconocido a uno de los candidatos, sin pruebas de nada. ¿Para qué vamos a una reunión así? Eso no es serio, no es responsable, eso no ayuda a buscar una salida pacífica y democrática a un conflicto de un país de América Latina?

Se inclinó por que se presenten las pruebas y las actas de la votación para conocer lo que sucedió. Aunque es una votación electrónica, dijo, debe haber constancias de los votos, porque hasta ahora sólo se ha difundido el reporte del Consejo Nacional Electoral con 80 por ciento de los resultados de una de las partes. Si no hay acuerdos ni están conformes, debe haber instancias judiciales a las cuales se acuda a dirimir las diferencias para evitar la confrontación y la violencia.

–¿Cree que se podría estar dando el fraude que usted vivió, o que denunció en Venezuela?

–No tengo elementos, no hay pruebas en el caso venezolano. Nosotros sí teníamos muchas pruebas.

En la conferencia, ratificó su condena al intervencionismo, subrayando que los problemas del país sudamericano se han estancado y no se les ha encontrado salida, porque es mucho el injerencismo, se meten del extranjero, y no sólo los gobiernos.

Actuar con prudencia

A pregunta sobre la posición que han asumido los presidentes de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, y de Colombia, Gustavo Petro, subrayó que él va a esperar a que existan mayores elementos que permitan tener mayor claridad de lo que sucedió. Queremos conocer más y actuar con prudencia para no dejarnos llevar por la corriente derechista que influye en el mundo, porque es evidente, gobiernos, medios, en América Latina y en todo el mundo.

Se asumió como un auténtico demócrata que no actúa por conveniencia o simulación, enfatizando en que un verdadero demócrata es el que defiende al pueblo. Si algún gobernante se presenta como demócrata, pero defiende a los potentados, no lo es. Ya basta de que usen la democracia de fachada, como pasaba aquí, que supuestamente había democracia; sí, nada más que el gobierno era un comité al servicio de una minoría rapaz.