Miércoles 24 de julio de 2024, p. 13
Organismos de Naciones Unidas estiman que en el mundo 160 millones de niños trabajan en vez de jugar o aprender, pese a que 71 por ciento de los menores afirma que el juego es importante porque los hace felices.
Los datos más recientes del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef , por sus siglas en inglés) y la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) revelan que actualmente sólo uno de cada cuatro niños juega en la calle, frente a la generación de sus abuelos, en la que 75 por ciento podía realizar actividades al aire libre varias veces a la semana.
En México, afirman docentes, miles de niños pasan sus periodos vacacionales sin acceso a actividades al aire libre o simplemente permanecen en casa porque no hay oportunidad de viajar o hacer otras actividades recreativas
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Entre ellos está Carlos, quien cursa segundo grado de primaria. Tiene siete años y estas vacaciones le gustaría visitar a su abuela Elena en su pueblo, muy cerca de Morelia, pero sus padres trabajan y nadie puede llevarlo, por lo que pasa la mayor parte de su tiempo libre jugando en el pasillo del edificio donde vive, en compañía de su cuidadora.
Amalia, su madre, trabaja en una multinacional que cotiza en la bolsa de Chicago, por lo que su jornada laboral comienza muy temprano, incluso cuando no debe ir a la oficina: A veces ya estoy conectada a la computadora desde antes de las seis de la mañana
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Maestros de prescolar y primaria señalan que las actividades al aire libre, lúdicas o que desarrollen la creatividad de los niños son muy importantes, no sólo porque representan un momento de entretenimiento y convivencia con su familia, amigos o hermanos, sino también porque desarrollan habilidades esenciales como tolerancia, paciencia, creatividad y trabajo en equipo
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El pasado 11 de junio se conmemoró el primer Día Internacional del Juego, con el que se reivindica el derecho de niños y adolescentes a esta actividad. El Unicef y la Unesco llamaron a la acción para cumplir este derecho y acelerar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre ellos acceso universal a programas que promuevan el apego, la crianza lúdica, la protección a los niños frente a los choques externos y que prevengan riesgos potenciales, como el tiempo excesivo frente a la pantalla.