Una mujer en medio de una crisis existencial es la protagonista de la obra Aunque pensándolo bien, la culpa es de Cristóbal Colón. Ella hace un recuento de sus historias, sus pérdidas, amores fallidos y momentos luminosos. Se da cuenta de que esos pequeños instantes son en los que ha vivido la plenitud, describe la dramaturga y directora Ana Lucía Ramírez Garcés.

En entrevista, con motivo del estreno de la puesta en escena en el teatro El Galeón Abraham Oceransky del Centro Cultural del Bosque, apunta que también aborda cómo la tecnología en el día a día, los likes e Internet “nos han hecho estar desconectados de quiénes somos, los vínculos, y qué vale realmente la pena. La protagonista se encuentra sola y está en medio de este recuento de años, esperando que alguien voltee a verla y le diga ‘estoy aquí’.

Se trata de una mujer que se encuentra en lo que podría ser la mitad de su vida, pasados los 40 años. Entonces, viaja a Madrid buscando que su vida dé un giro. Está en una crisis existencial porque cree que no ha logrado todas esas cosas que nos piden que realicemos para ser exitosos: tener un buen trabajo, estabilidad económica, familia, una relación amorosa en apariencia perfecta, tener hijos.

La producción está a cargo de las compañías No Crecerán las Lechugas y Área 51 Foro Teatral, ambas con sede en Xalapa, Veracruz. Es una propuesta de un espectáculo que conjuga teatro, música, performance, instalación y artes plásticas. Abarca muchas líneas poéticas, es un montaje sumamente contemporáneo y hasta cierto sentido arriesgado, consideró.

Al llegar a España, en una ciudad ajena y con un entorno hostil, el personaje principal hace un viaje interior y transita por la pérdida, la desesperanza, la negación del futuro y la desesperanza. Seis actrices en escena, encabezadas por Karina Meneses, presentan un monólogo coral para lanzar un grito femenino ante la barbarie.

La autora del libreto destaca los temas de la juventud y la madurez, así como los sueños que se van desmoronando y responsabilizamos a la edad, pero son un sinfín de cosas las que se van transformando. En escena podemos ver una suerte de alegoría de la juventud que está encarnada por tres actrices estupendas con un trabajo corporal impresionante. Gabriela Moncayo se encarga de la música y Ramírez Garcés también sube al escenario y genera piezas visuales. El resto del elenco está integrado por Mariel Triana, Leonora Juárez y Nahomi Rodríguez Roldán.

A nivel metafórico habla de este sincretismo que hay entre México y España, de la idea de la muerte y la vida, la jocosidad con que nos burlamos de la muerte, cómo abordamos temas que parecen complejos, violentos o duros de una manera más ligera, en apariencia.

Al ser un conjunto de actrices quienes aparecen todo el tiempo ante el espectador, la directora teatral opinó que es una obra muy femenina; sin embargo, logra tocar también a los hombres. A final de cuentas habla de temas que conectan con la humanidad, como el amor, la pérdida, los sueños, las aspiraciones, toda esta lucha de destacar en el ámbito profesional que muchas veces termina siendo un golpe de suerte en medio de muchas cosas.

El equipo que ahora se presenta en el teatro del circuito del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) está avecindado en Xalapa. Ana Lucía Ramírez comenta que Área 51 llevan casi 11 años trabajando en pro de la descentralización. Creemos fervientemente que hay que poner la mirada en los proyectos que se hacen en los estados. Muchas veces se cree que por no ser de la Ciudad de México no se cuenta con el profesionalismo o con el talento, pero esa opinión está muy errada, porque existen muchos foros, grupos y artistas que hoy son un puntero en la escena nacional. Hay buen teatro en otros estados y diferentes formas de hacerlo.

Por desgracia, agregó, lo diferente es que en la capital del país es donde hay mayor infraestructura y presupuesto destinado a la cultura, lo cual permite a los artistas mecanismos de trabajo más holgados, aunque también el teatro está precarizado en todos lados.

La obra Aunque pensándolo bien, la culpa es de Cristóbal Colón tendrá funciones los jueves y viernes a las 20 horas, los sábados a las 19 horas y los domingos a las 18 horas en el teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque (CCB), ubicado en Paseo de la Reforma y Campo Marte, a espaldas del Auditorio Nacional. La temporada concluye el 11 de agosto.