Deir Al Balah. Ataques aéreos israelíes causaron ayer la muerte de más de 60 palestinos en el sur, centro y norte de la franja de Gaza, incluido un bombardeo que impactó una zona segura, declarada así por Israel y que estaba repleta de miles de desplazados.

Mohamed al Mughair, funcionario gazatí de Defensa Civil, describió lo ocurrido como tres matanzas en menos de una hora.

Los bombardeos se produjeron cerca del campamento de refugiados de Al Mawasi, en Jan Yunis; en una escuela administrada por la Agencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Refugiados en Palestina (Unrwa) del campo de refugiados de Nuseirat, y cerca de la rotonda de Beit Lahia.

El ejército israelí dijo que los objetivos fueron terroristas activos en una escuela de la Unrwa y un jefe de compañía de la Yihad Islámica.

Según Israel, Hamas aprovecha las estructuras civiles y utiliza a la población como escudo humano.

En tanto, en Cisjordania reocupada las fuerzas israelíes mataron a un palestino de 19 años que, supuestamente, intentó apuñalar a un agente durante una redada cerca de Ramallah.

El incidente forma parte de la ola de violencia desatada desde el inicio de la guerra en Gaza. Más de 500 palestinos han muerto en Cisjordania desde entonces, según el Ministerio de Salud, la mayoría en enfrentamientos con las fuerzas israelíes; otros, mientras arrojaban piedras o en protestas contra el ejército. Según la agencia Ap, algunas de las víctimas mortales no participaron en choques con los soldados.

Mientras, en Gaza la cifra de víctimas se elevó a 38 mil 713 muertos y 89 mil 166 heridos. Asimismo, las autoridades del enclave informaron que aún hay cuerpos bajo los escombros y en las carreteras, y que alrededor de 10 mil personas se encuentran desaparecidas, por lo que el balance de fallecidos podría ser muy superior al anunciado oficialmente.

Antony Blinken, secretario de Estado estadunidense, declaró que el número de víctimas civiles por la operación israelí en Gaza es inaceptablemente alto, durante una reunión con el canciller de Israel, Ron Dermer, y el asesor de seguridad nacional Tzachi Hanegbi. Blinken transmitió a los funcionarios de Tel Aviv su grave preocupación por las recientes víctimas civiles en la franja.

Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que el ejército debe aumentar aún más la presión sobre Hamas; afirmó que eliminaron a la mitad del mando de la organización islámica y que cerca de 14 mil combatientes murieron o fueron detenidos desde que comenzó esta guerra en octubre pasado.