El Museo de Medicina Laboral, en Real del Monte, Hidalgo, ofrece un rico catálogo del uso de la herbolaria en el tratamiento de distintas dolencias de principios del siglo XX y muestra los avances médicos de esa época, dijo Belem Oviedo, directora del Archivo Histórico y Museo de Minería de Pachuca, que administra el recinto.

En entrevista con La Jornada, comentó que ignoraban la riqueza de la información sobre medicina tradicional en su acervo hasta que una investigadora de la Universidad de Washington fue a buscar datos sobre el tema y se dio cuenta de que tenían un gran compendio. Por ejemplo, de la mezcla de plantas como el boldo, la hoja sen, las flores de tabachín, de tila y de azahar con productos químicos para preparar medicinas prescritas en esa época.

Entonces, la condesa de Miravalle, por quien se nombró la actual colonia Condesa de la Ciudad de México, enviaba en sus cartas a Pedro Romero de Terreros, el dueño de las minas, muchos remedios con plantas para que se curaran enfermedades tanto él, como su hija y nietos, refirió Oviedo.

El museo en el Antiguo Hospital de Mineros recoge el momento en que se sustituyeron las máquinas de vapor por las que tenían la electricidad como fuente de energía. “El índice de accidentes se incrementó muchísimo y los trabajadores pidieron a la empresa minera tener un hospital que los atendiera.

El hospital empezó sus labores en 1907. Gracias a que siempre tuvo actividad se pueden apreciar ahora casi todas las piezas originales, porque solamente se iban comprando insumos, pero la botica, el área de encamados y de cirugía es equipo con el que se trabajó en el edificio. Eso lo hace muy interesante porque es un museo de sitio.