Rafael Tovar y de Teresa (1954-2016) era un hombre que pensaba y dejaba pensar, afirma el director de orquesta Eduardo García Barrios, quien lo reconoce como figura esencial para la construcción de la política cultural del México contemporáneo, en su condición, primero, de presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) en tres distintas administraciones federales y, posteriormente, como el primer titular de la Secretaría de Cultura (SC) del país.

Era un humanista; tenía un pensamiento crítico todo el tiempo. Era libertario también, porque siempre nos apoyó y dio libertad. Incluso, si teníamos diferencias ideológicas con él, eso no importaba, de todas maneras, nos daba la libertad de ejercer nuestra filosofía, nuestras ideologías dentro del ámbito artístico y pedagógico, resalta el músico y docente acerca del también diplomático, abogado, escritor e historiador, de quien fue colaborador como Coordinador del Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM), cargo que desempeñó de 2013 hasta finales de 2020.

García Barrios hace tales apuntes a propósito del homenaje póstumo que el Centro Nacional de las Artes (Cenart), en el contexto de las celebraciones de su 30 aniversario, rendirá el sábado 13 de julio a Rafael Tovar y de Teresa, quien el pasado 6 de abril habría cumplido 70 años y fue el principal artífice e impulsor de esa institución inaugurada en 1994, cuando estaba al frente del Conaculta, hoy SC.

El tributo consistirá en el concierto In memoriam, que la Orquesta Escuela Carlos Chávez (OECCh) realizará a las 18 horas en el auditorio Blas Galindo de ese complejo cultural, artístico y educativo, al lado del Coro Sinfónico y el Ensamble Escénico Vocal, instancias todas del SNFM, además del Coro de la Ciudad de México.

El programa, con entrada libre al público, constará del Concierto para dos pianos del francés Francis Poulenc y la cantata Sueños, del mexicano Arturo Márquez, dos de los compositores dilectos del finado gestor y funcionario cultural, con la participación de las pianistas Farizat Tchibirova y Aytaj Rzaguliyeva como solistas, bajo la dirección de García Barrios.

“Más que un homenaje, es (un acto artístico) in memoriam; es muy importante no perder la memoria histórica. Rafael Tovar y de Teresa aportó muchísimo y fue, además, forjador también de toda una generación de personas cercanas que trabajaron duro; muchos seguimos trabajando en este espíritu de creación, gestión y educación”, resalta el director de orquesta en entrevista.

Es importante tener presentes a quienes fueron parte de nuestra vida y de la creación de las instituciones, de los programas. Él fue el ideólogo del Cenart, que cumple 30 años, y en el contexto de este aniversario no se puede pasar por alto su papel como impulsor de ese trascendental proyecto. Así que enhorabuena que se tome esta iniciativa.

García Barrios destaca las contribuciones y el legado de aquel diplomático y humanista en específico para el ámbito de la música de concierto en México, siendo, además, que era un melómano profesional. Entre otros aspectos, menciona el impulso que brindó al Programa de Orquestas Juveniles e Infantiles, al cual echó adelante junto con el maestro Fernando Lozano.

“Hacer este concierto in memoriam con la Orquesta Escuela Carlos Chávez tiene un significado muy especial, porque, cuando me invitó a ser coordinador del SNFM, hablamos de ella y acordamos que era fundamental y necesario implementar un programa académico y hacer de esa orquesta una institución educativa”, señala.

Para eso existía el modelo que había conceptualizado el maestro Sergio Ramírez de orquesta-escuela, y lo importante era implementar esa filosofía, con lo que estuvo de acuerdo Rafael. Ya son más de 10 años de este trabajo y la agrupación está dando frutos. Es uno de los proyectos educativos y sociales más importantes de México y América Latina. Así que este homenaje tiene un significado muy especial, porque gracias a Rafael, a su apoyo, pudimos restructurar el trabajo.

Además de impulsar la creación del Cenart, que fue inaugurado en noviembre de 1994, con su labor, Rafael Tovar y de Teresa promovió y estimuló a los creadores, fomentó la música y el cine, fue fundador del Canal 22 y creó el Centro de la Imagen, el SNFM y el Programa de Desarrollo Cultural Infantil Alas y Raíces.