Miércoles 10 de julio de 2024, p. 12
La enseñanza de las habilidades socioemocionales no depende sólo de los docentes y su aprendizaje puede fortalecerse en la escuela a fin de garantizar entornos positivos que faciliten ese proceso, señalaron expertos de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En videoconferencia para el lanzamiento del estudio Aporte para la enseñanza de habilidades socioemocionales, señalaron que el Estudio Regional Comparativo y Explicativo 2019 revela que al menos a 15 por ciento de los alumnos de sexto grado de primaria en la región les desagradaría tener compañeros de distintas etnias o pueblos indígenas.
Además, se detectó que a 19 por ciento tampoco les gustaría tener en la escuela niños con discapacidad, y sólo 43 por ciento se pondría triste si conocen a un compañero que no tiene con quien jugar.
Liliana Morawietz, del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile, señaló que las mencionadas habilidades permiten identificar y manejar las emociones, practicar el compromiso consciente y desarrollar un comportamiento prosocial. Destacó que uno de los factores claves de los procesos de aprendizaje son los entornos emocionalmente positivos
.
Subrayó que dichas capacidades no dependen exclusivamente de experiencias de la infancia temprana, en la familia o la cultura, pues se adquieren a lo largo de la vida, por lo que su desarrollo es progresivo y se incrementa en complejidad con el tiempo.
El estudio revela que los directivos escolares modelan de forma permanente las habilidades socioemocionales con su lenguaje e interacciones con docentes, estudiantes y otros miembros de la comunidad
, por lo que juegan un papel fundamental.
Carlos Henríquez, coordinador general del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación de la Unesco, señaló que para que las actividades en la escuela impacten en el desarrollo de las habilidades socioemocionales, se deben diseñar, planificar y poner en práctica cuidadosamente
.
Explicó que según la evidencia recabada, el aprendizaje socioemocional es más efectivo cuando se integra de forma transversal en los planes de las asignaturas y cuando se opta por un aprendizaje basado en proyectos o tareas colaborativas, a lo que también se suma la enseñanza explícita de dichas habilidades, la cual debe enfocarse en capacidades específicas e integrar la dimensión personal y social.
Morawietz indicó que también es necesario explicitar el llamado currículo oculto
, es decir, el clima o la atmósfera ética y de valores predominante en el plantel y hacer más visible aquellas conductas que son valoradas por la escuela y detectar aquello que pudiera obstaculizar la promoción de las habilidades socioemocionales.