Sábado 29 de junio de 2024, p. 6
París. El planeta Marte recibe cada año el impacto de cientos de meteoritos, cinco veces más de lo que se creía, según un estudio a partir de grabaciones sísmicas.
Hasta ahora, la frecuencia de estos impactos se había estimado con modelos que combinaban la observación de los cráteres de meteoritos en la Luna con imágenes de la superficie de Marte tomadas por sondas en órbita.
Al planeta rojo llegan muchos más meteoritos porque está más cerca del cinturón principal de asteroides del sistema solar. Además, casi no tiene atmósfera –es cien veces más delgada que la de la Tierra–, por lo que no puede contar con un escudo protector desintegrante.
Parece más efectivo escuchar los impactos que tratar de verlos si queremos comprender con qué frecuencia ocurren
, dijo en un comunicado Gareth Collins, del British Imperial College, coautor del estudio publicado Nature Astronomy.
El análisis se llevó a cabo con un equipo internacional, liderado por investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich y del Imperial College de Londres.
Los registros se hicieron con el sismógrafo SEIS (siglas en inglés de Experimento Sísmico Para Estructura Interior), instrumento realizado bajo la supervisión de la agencia espacial francesa (CNES).
Una sonda de la NASA llamada InSight depositó el sismógrafo en Elysium Planitia en noviembre de 2018, vasta región plana de Marte, lo que permitió escuchar por primera vez lo que ocurre en el planeta.
El objetivo inicial era medir la actividad interna y los posibles fenómenos sísmicos. Los datos permitieron al equipo de investigadores determinar que el planeta recibe cada año el impacto de entre 280 y 360 meteoritos que crean cráteres de al menos ocho metros de diámetro.
Esta tasa es cinco veces mayor que la cifra estimada a partir de las imágenes tomadas sólo en órbita
, explica Geraldine Zenhäusern, investigadora de la escuela de Zúrich.
Identificar los pequeños cráteres de meteoritos a partir de una sonda en órbita es aún más difícil en Marte porque suelen producirse tormentas de arena.
Los nuevos cráteres se distinguen en terrenos llanos y polvorientos, pero este tipo de terreno sólo cubre la mitad del planeta
, apunta Zenhäusern. Por eso la ventaja del sismógrafo era poder escuchar cada impacto dentro del alcance de la sonda
.
De acuerdo con el equipo científico, el sismógrafo detecta los llamados Marsquake-VF (terremotos en Marte de alta frecuencia) que permiten estimar el diámetro de un cráter y su distancia de la sonda. Luego se calcula el número de cráteres creados en un año dentro de un radio determinado alrededor de la sonda y se extrapola esa cifra a la escala del planeta.