Lunes 24 de junio de 2024, p. 4
La familia Abed no ha podido escapar del conflicto bélico en la franja de Gaza aun cuando desde hace meses solicitó el asilo humanitario a México. Este es uno de los cientos de casos de personas extranjeras que han solicitado protección internacional, afectados por el cierre de las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Se trata de una familia palestina, conformada por 18 integrantes, incluidos niños, que se encuentra en la franja de Gaza y que implora ser rescatada de esa zona de guerra.
El colectivo Gaza en México acompaña a la familia Abed, que desde enero pasado ha intentado salir de ese territorio. Lo han perdido todo, lo único que les queda por defender es su vida
, aseguró Gabriela Bejarano, miembro de ese grupo.
Relató que el viacrucis comenzó en enero pasado, cuando Kamal Abed, cabeza de la familia, quien en ese momento vivía en México al ser naturalizado, intentó evacuar a sus seres queridos y solicitó a la cancillería su apoyo. Sin embargo, respondió que no era posible entregarles visas de residencia permanente a sus hijos, ya que él se nacionalizó después de su nacimiento.
Como única vía, explicó Bejarano, la Secretaría de Relaciones Exteriores le ofreció tramitar una visa de turista a los hijos, mientras a la esposa Jamila, quien está ciega debido a la diabetes y requiere con urgencia atención médica, le podrían tramitar una visa por unidad familiar.
En un acto de desesperación, Kamal viajó a Egipto el 26 de febrero de 2024 en busca de ayuda; sin embargo, falleció el 6 de marzo en El Cairo a causa de un infarto.
Desde entonces, la responsabilidad recayó en uno de sus hijos, Shadi, quien en 2018 llegó a México para rencontrarse con Kamal y un año después pudo obtener la condición de refugiado.
En entrevista, Bejarano expuso que el 9 de abril pasado, el joven presentó una solicitud de refugio para su familia ante la Comar, ya que de acuerdo con los artículos 44 y 58 de la ley sobre refugiados, protección complementaria y asilo político, tiene derecho tanto a la reunificación familiar, como al refugio para sus parientes consanguíneos hasta el cuarto grado. Esto aplica perfectamente para su madre, sus hermanas y hermano, sus sobrinas y sobrinos y para las madres de estas infancias
.
Sin embargo, Bejarano denunció que hasta el momento no han recibido ninguna comunicación por parte de la Comar.