Sabinas, Coah., La vida en la región carbonífera de Coahuila está definida por sus minas. Aquí, el pasado y el presente se entrelazan en un ambiente marcado por la lucha y la esperanza de sus habitantes por sobrevivir a través de una industria peligrosa.

La zona presenta un panorama de la naturaleza árida del desierto y las cicatrices que ha dejado por décadas la explotación minera. Los camiones cargados de carbón recorren las polvorientas carreteras, mientras las torres de perforación y los montones de escombros dominan el horizonte.

Detrás de esta actividad, aparentemente incesante, se esconde una realidad compleja y muchas veces dura para los pobladores, pues quienes se dedican a ello laboran en condiciones extremas.

Con todo y los avances tecnológicos, la minería sigue siendo en la entidad un oficio peligroso, caracterizado por largas jornadas bajo tierra, calor sofocante, así como el constante riesgo de derrumbes y explosiones.

Los eventos trágicos, como el de Pasta de Conchos en 2006, que cobró la vida de 65 mineros, son recordatorios dolorosos de los riesgos inherentes a esta industria.

Además, las familias de los trabajadores enfrentan desafíos constantes, pues la falta de servicios básicos como agua potable y atención médica adecuada es común en estas comunidades.

Aunado a ello, los costos ambientales de la minería están a la vista en la contaminación del agua, el aire y la degradación del suelo.

No obstante, esta actividad sigue siendo fundamental para la economía de la región. De los 20 mil empleos formales con registro ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, entre 8 mil y 10 mil están vinculados a esta labor.

Por otra parte, este año la Comisión Federal de Electricidad hizo adjudicaciones de la adquisición de más de 2 millones 450 mil toneladas de carbón para abastecer las plantas termoeléctricas que tiene en el municipio de Nava, en el norte del estado.

Los contratos rebasan 2 mil 500 millones de pesos y fueron asignados a empresas propiedad de los hermanos Tania y Antonio Flores Guerra, alcaldesa de Múzquiz por Morena y diputado local por el Partido del Trabajo, respectivamente.

También los otorgó a compañías de familiares del ex alcalde priísta de Sabinas Régulo Zapata y del ex presidente municipal de esta misma demarcación David Yutani.

Con estos contrastes, las comunidades en la región carbonífera enfrentan sus desafíos en una constante lucha de supervivencia y esperanza. Y mientras trabajan por un futuro más prometedor, la historia de la zona sigue siendo escrita en las profundidades de la tierra.

Este viernes, el jefe del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, y la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, visitarán la mina Pasta de Conchos. El miércoles se confirmó el hallazgo de los primeros restos humanos en el lugar, tras 18 años de la trágica explosión que dejó 63 obreros sepultados.