Domingo 9 de junio de 2024, p. 5
Zacatecas, Zac., La Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) instaló en el edificio de rectoría, ubicado en el jardín Benito Juárez del centro histórico de la capital zacatecana, el primer aparato sismógrafo, que forma parte de toda una red de monitoreo sísmico que será colocada en distintos puntos del noroeste de la zona conurbada colindante con el municipio de Vetagrande, con el propósito de registrar y monitorear los movimientos telúricos que se producen en esta región del país, considerada hasta hace pocos años, un territorio geológicamente asísmico.
La instalación de esta red de sismógrafos se produce ocho meses después de que se produjeran varios microsismos
, que obligaron al desalojo de cientos de personas de varios edificios públicos, entre ellos la escuela normal Manuel Ávila Camacho y la sede del Congreso del estado, inmuebles que se cimbraron y crujieron, algunos hasta se agrietaron, junto con decenas de viviendas de la colonia Gustavo Díaz Ordaz.
Desde hace cinco años, habitantes del centro histórico de Zacatecas y varias colonias ubicadas al norte de la mancha urban, han denunciado que cada ocasión que se escucha la fuerte explosión de la barrenación que con dinamita realiza en el subsuelo la mina canadiense Capstone Cooper –cuya bocamina se ubica a escasos tres kilómetros de la ciudad–, tras los estruendos se cimbra la tierra y sobrevienen los microsismos
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Aunque la compañía minera aseguró que su actividad productiva no es el origen de esos sismos, ahora la universidad zacatecana comenzó la instalación de sismógrafos, para poder medir, y demostrar sí es el caso, que las explosiones subterráneas de la minera, coinciden con los sismos.
El pasado 15 de noviembre a mediodía, fue la última ocasión que Capstone Cooper realizó fuertes detonaciones subterráneas y se produjeron los sismos que percibieron decenas de miles de personas en todo el centro y noroeste de la capital de Zacatecas.
Fundada la ciudad hace 477 años sobre los primeros yacimientos minerales, su mancha urbana creció, literalmente, rodeada de antiguas minas y decenas de kilómetros de túneles, pero nunca se habían registrado sismos
, sino hasta ahora, cuando la minera canadiense decidió, desde la periferia, volver a explorar y explotar yacimientos de cobre, plata y oro, de vetas que se ubican por debajo de la zona urbana.
Por los temblores ocurridos hace ocho meses, directivos y maestros de la escuela normal Manuel Ávila Camacho, desalojaron a 800 estudiantes; otras 250 personas más que se encontraban en el edificio del Congreso estatal –donde había sesión legislativa–, salieron del inmueble; la sede del Sindicato de Trabajadores del Estado y los Municipios, también fue desalojada. Desde aquella ocasión, tras el escándalo, la minera redujo la actividad explosiva debajo de la ciudad.
Con estos antecedentes la UAZ, por medio de la unidad académica de Ciencias de la Tierra –antes escuela de minas–, emprendió el proyecto para instalar una red de monitoreo sísmico, que incluirá entre otros sitios, la colocación de aparatos en la sede del Consejo Zacatecano de Ciencia y Tecnología, así como en las instalaciones del Clúster Minero, vinculado a la Secretaría de Economía estatal.
El proyecto está liderado por los investigadores universitarios Felipe de Jesús Escalona Alcázar, Santiago Valle Rodríguez y David Leonardo Carrillo Sánchez. La UAZ informó que con la instalación de esta red de monitoreo sísmico, se busca identificar y analizar las causas de la actividad de ese tipo en la región, que ha generado preocupación y pánico entre la población; la red permitirá determinar (confirmar), si los sismos se deben a la actividad minera, la sobrexplotación de acuíferos, la erosión de obras antiguas, las vibraciones por el crecimiento urbano o una combinación de estos y otros factores
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