s mayo de 2004 y al igual que hoy, el mundo arde. La invasión de Estados Unidos a Afganistán (2001) y a Irak (2003) ha vuelto a romper todos los limites de lo humanamente tolerable. En las calles de diferentes países del mundo, el movimiento altermundista que floreció en la década de los 90 y que representó una nueva etapa del internacionalismo crítico, suma a su lucha contra el neoliberalismo y en defensa de la humanidad la consigna de alto a la guerra. Es mayo de 2004 y para aquel entonces, México continúa su proceso de integración neoliberal y una transición a la democracia
que nunca llegó. El país es gobernado por Vicente Fox, un ex empresario de Coca-Cola, integrante del Partido Acción Nacional, y personaje que se refería a las mujeres como lavadoras de dos patas
. Para entonces, la política exterior mexicana estaba totalmente alineada a la derecha neoliberal, línea resumida en el comes y te vas
con que Fox invitó
a otra cumbre en Monterrey en 2003 al comandante Fidel Castro.
Es mayo de 2004 y el 28 y 29 de ese mismo mes, se realizará en Guadalajara, Jalisco, la tercera Cumbre de jefes de Estado y de gobierno de América Latina y el Caribe-Unión Europea, también conocida como la Cumbre de Guadalajara
. En aquel entonces, el estado de Jalisco era gobernado por Francisco Javier Ramírez Acuña, quien venía de ser presidente municipal de Guadalajara (1997-2000) y luego de su cargo como gobernador de Jalisco (2000-2006), sería secretario de gobernación (2006-2008) del país con Felipe Calderón. Un hombre de poder representativo del panismo.
La conservadora ciudad de Guadalajara, cuna de movimientos de extrema derecha, donde en pleno inicio del siglo XXI se prohibía usar minifalda a las muchachas, y donde algunas farmacias se negaban a vender condones, vivía un proceso de crítica contracultural emanada desde abajo. Las expresiones libertarias, punks, de la música electrónica y de la disidencia sexual fueron ganando terreno en la vida cultural de aquella ciudad.
Si bien desde la década de los ochentas se encuentran grupos de punk en Guadalajara y sus alrededores, no será sino hasta los 90 que esa expresión musical irá adoptando definiciones políticas más nítidas. El grupo Fallas del Sistema será un emblema de esta época en la que se fueron creando espacios y organizaciones como la Unión Cívica Antiautoritaria y el Grupo Anarquista de Apoyo Mutuo. Estas manifestaciones contra-culturales encontrarían simpatía política con la aparición pública del EZLN en 1994, generando un interesante diálogo y encuentro entre las colectividades e individualidades libertarias y las luchas de los pueblos originarios.
Hacia 2002, las juventudes de Jalisco que buscaban otras expresiones culturales como la música electrónica, se encontraron con la violenta represión del gobierno del Estado. El 4 de mayo de 2002, más de mil 500 jóvenes que acudieron a un rave vivieron graves violaciones a sus derechos humanos por parte de elementos policiacos, antimotines de la Dirección de Seguridad Pública del estado de Jalisco. Los y las jóvenes fueron golpeadas, encañonadas y fuertemente agredidas física y verbalmente.
Es así que, la emergencia contracultural y antiautoritaria que crecía en Guadalajara, convergería con las luchas sociales que en México y el mundo peleaban contra el sistema de dominación y explotación que se imponía en el mundo. La Cumbre de Guadalajara, o mejor dicho, las protestas contra ella, serían el espacio en el que se encontrarán muchas de estas fuerzas sociales, y otras como jóvenes activistas que venían de haber integrado el Consejo General de Huelga en 1999-2000, o campesinos que habían participado del Programa Braceros y a los cuales les habían robado sus ahorros, así como organizaciones sindicales.
Durante tres días, 27, 28 y 29 de mayo, en Guadalajara se realizarían numerosas, creativas y diversas manifestaciones y foros de reflexión. En una muestra de organización y arrojo, las personas manifestantes ocuparían plazas públicas e instalarían campamentos en esta conservadora y autoritaria ciudad.
Como respuesta, entre la noche del 28 de mayo y las primeras horas del 29, el gobierno de Jalisco desplegó un brutal operativo de represión para frenar la movilización y desarticular las luchas que se venían tejiendo. La propia Comisión Nacional de Derechos Humanos documentó 118 agravios, 15 detenciones arbitrarias, 73 retenciones ilegales, 56 tratos crueles o degradantes, 73 incomunicaciones y 19 casos de tortura. Narraciones de las personas detenidas hablan de toques eléctricos en los testículos, amenazas de violación, golpes con palos. Brutalidad.
Veinte años han pasado de aquella salvaje represión y los crímenes permanecen impunes. Hoy Francisco Javier Ramírez Acuña, el ex gobernador panista de Jalisco responsable de aquellos hechos, goza de total impunidad y es candidato a Senador de la República por la coalición Fuerza y Corazón por México.
Guadalajara: 28 de mayo de 2004. ¡No olvidar!
*Sociólogo