l tercer debate tuvo lugar y la derecha mexicana va de mal en peor. Siempre es posible ir a otro aún peor; lo demuestra una y otra vez el Prian. Por esa razón esta derecha apuesta por la crisis social y política. Por el camino de las urnas no puede cambiar su destino, pero intentará crear una crisis, por todos los medios a su alcance. El pueblo, como siempre, al final detectará lo que ocurre y dictará el rumbo. La derecha ha apostado por la lawfare desde hace meses. Su preparación es visible en una parte de sus actos; otra parte va haciéndose visible conforme los secretos vergonzantes de lo oscurito van revelándose. Como las andanzas de Piña, Alito, y Alcántara Carrancá.
En México nadie se reconoce públicamente como derecha, salvo la insuperable e inefable Lilly Téllez. La Revolución Mexicana puso un lindero que nadie se atreve a sobrepasar. Por eso la derecha se ve impelida a disfrazarse, aunque sea con velos que todo dejan ver. Y es que derecha y oprobio son gemelos que nadan en las aguas de la miasma.
Lo naciente en México es la nueva izquierda gobernante. Una izquierda en crecimiento, que viene de muy lejos, y va abriéndose paso gradualmente. Su tarea y su camino están en el inicio. Es la izquierda 4T, que demuestra su vocación mediante su política social frente a las mayorías históricamente olvidadas. Es cada vez más claro: esta izquierda está llamada a forjar el México del siglo XXI.
La derecha política está formada por el Prian, por la angosta franja empresarial liderada por Claudio X y sus variados personeros; por el clero más ignorante y provinciano, como el Sandoval de Guadalajara; por la mayoría de los medios de comunicación y sus opinadores; por el partido Poder Judicial (PPJ), con Piña acompañada de una parte del Tribunal Electoral. Este conjunto quiere derrumbar a como dé lugar la próxima victoria electoral de Morena. Según los aspavientos de este bloque, a México
le está yendo peor que nunca, todo está mal, y es urgente corregir el rumbo. Por supuesto, la derecha, en su delirio amargo, cree que México
y Prian son lo mismo: ¡cuántas veces lo ha dicho Alito!
Morena y Andrés Manuel trajeron consigo un mal fario que es preciso exorcizar a como dé lugar, con todas las artes de los peores marrulleros que se agrupan en el Prian. La conjura consiste en organizar un fraude electoral
que, en el pasado, cuando tenía la sartén por el mango, llamaba cínicamente patriótico
. Pero si no resulta, debido al mar de votos favorables a la 4T que inundarán la elección presidencial, entonces el PPJ hará todo lo posible para quebrar la elección, apoyado por los medios de comunicación tradicionales. Es indispensable que las mayorías del pueblo lo incorporen como previsión de sus acciones posteriores a la elección.
Si la lawfare es llevada hasta sus últimas consecuencias para intentar detener la victoria de Claudia, Morena puede llamar a una respuesta de las masas que el Prian y el PPJ nunca hayan visto. La irresponsabilidad masiva del Prian-PPJ merecen una respuesta a la altura de esa posible circunstancia.
La derecha partidista, como es evidente, ya no representa a nadie. Sólo es útil a sí misma. La economía marcha y marcha bien, mientras la derecha se debate en la fábula pueril de que su suerte, es la suerte de la República. El Prian, instrumento de la derecha, es un cadáver, un zombi. Ha llegado la hora de sus exequias. El PRI va volviéndose nada. Contribuyamos a esa buena obra.
Por enésima vez, en el debate dominical la derecha partidista mostró su total carencia de proyecto nacional. Xóchitl dijo que el debate también es para contrastar ideas
, pero fue evidente para quien quiso verlo que las confunde con insultos y calumnias, siguiendo el guion cínico recomendado por Jorge Castañeda. Es probablemente la nota mayor, es lo que todo mundo vio, no hay proyecto; aunque la derecha cree que para ganar una elección sólo hace falta astucia marrullera.
Los neoliberales corruptos que en conjunto conforman la derecha actual, fueron derrotados en 2018. Volverán a ser derrotados porque quien repite los mismos discursos y comete los mismos actos rufianes, conseguirá los mismos, o peores, resultados. Xóchitl es la imagen misma de la derrota, lo ha sido durante toda la campaña, pero el Prian no halló, no tuvo, mejor prospecto. El Prian mandó a la guerra política a una señora empresaria muy menor, y sin proyecto: ha conseguido así conformarse como la ruina.
Es esa realidad de los partidos del neoliberalismo corrupto lo que explica su decisión de desatar la lawfare. Piña, Reyes Mondragón y similares velan las armas de esa guerra. En los bajos fondos, acaso se preparan actos violentos. El gran poder económico de México debe también asumir su responsabilidad frente a esa amenaza.
Sin lugar a duda, la mejor previsión frente a los actos de la derecha es una votación masiva a favor de Claudia y de todos los candidatos de Morena. El 2 de junio cubramos de alegría la República. Repitámoslo todos, todos los días.