Gaza. Las ciudades de Rafah, Deir Balah y Gaza fueron blanco ayer de nuevos bombardeos aéreos de Israel, al tiempo que Hamas atacó el paso fronterizo de Kerem Shalom, principal punto de cruce judío para entregar ayuda humanitaria al enclave palestino, que se saldó con la muerte de tres soldados israelíes y 12 heridos, por lo que Tel Aviv cerró el cruce.

En respuesta, la fuerza aérea israelí destruyó las lanzaderas desde las que se dispararon los proyectiles, reportó el portavoz militar Peter Lerner.

El ministerio de Salud de Gaza elevó a 34 mil 683 la cifra de palestinos que han muerto, 29 de ellos en las últimas 24 horas, y más de 77 mil heridos desde que Israel lanzó su ofensiva al enclave costero, luego del ataque de Hamas el pasado 7 de octubre que se saldó con mil 200 fallecidos.

Por lo pronto, las negociaciones para pactar una tregua siguen estancadas. El líder de Hamas Ismail Haniyeh pidió la retirada israelí de Gaza, pero el primer ministro Benjamin Netanyahu respondió que el Estado de Israel no puede aceptar tal demanda.

No estamos preparados para aceptar una situación en la que las brigadas de Hamas salgan de su búnker, tomen nuevamente el control de Gaza, reconstruyan su infraestructura militar y vuelvan a amenazar a los ciudadanos de Israel, añadió.

En una declaración publicada poco después de la de Netanyahu, Haniyeh indicó que el grupo todavía estaba interesado en alcanzar un alto el fuego integral que ponga fin a la agresión de Tel Aviv, garantice la retirada de Gaza y logre un acuerdo serio para liberar a los rehenes israelíes a cambio de la liberación de prisioneros palestinos.

Haniyeh también culpó al primer ministro israelí de la continuación de la agresión, la expansión del círculo del conflicto y de sabotear el esfuerzo de los mediadores para pactar un alto el fuego.

El jefe de la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, Philippe Lazzarini, denunció que las autoridades israelíes le impidieron entrar en Gaza por segunda vez desde que empezó la guerra, al tiempo que el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas advirtió de una hambruna en toda regla en el norte de Gaza.