El director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, denunció que cuando empezó su administración al frente de la empresa productiva del Estado encontramos una serie de contratos leoninos diseñados para que pagara penalizaciones sin obtener nada a cambio.

Como parte de esta serie de anomalías, señaló en la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, se detectaron préstamos, pago de pensiones vitalicias, renegociaciones y denuncias contra Pemex. Una vez ubicados estos asuntos, dijo, se han parado algunos de los pagos y se han presentado las demandas correspondientes.

Hemos eliminado a los coyotes de cuello blanco, puntualizó Romero y agregó que se cerró la fuente de la corrupción.

Uno de estos casos es el de la pensión vitalicia por más de 31 millones de pesos que se entregó por más de 19 años –en febrero pasado se suspendió– a la actual presidenta de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), María Amparo Casar, por la muerte de su esposo, Carlos Fernando Márquez Padilla García, quien fue contratado para un cargo directivo el 1º de junio de 2004 –en el sexenio de Vicente Fox– y falleció el 7 de octubre de ese año, tras caer de una ventana desde el piso 12 del edificio sede de Pemex.

Ante las irregularidades detectadas, la empresa emprendió diversas acciones penales para que le sea devuelta la millonaria suma, que de acuerdo con Romero Oropeza corresponde a pagos indebidos con base en el reglamento interno de Pemex, pues el esposo de Casar –reveló– no sufrió un accidente, sino que se suicidó.

Hay que señalar que todo esto fue antes de que hubiera un dictamen pericial. Los directivos de Pemex le dieron tratamiento de accidente, omitiendo esperar el dictamen pericial del Ministerio Público, que finalmente resolvió que había sido un suicidio.

Refirió que en 2004, Casar, acompañada por el escritor Héctor Aguilar Camín, acudió a ver al entonces procurador del Distrito Federal, Bernardo Bátiz, para pedirle que modificaran el dictamen, que no apareciera suicidio, sino accidente, para que procediera el pago tanto del seguro como de la jubilación. Sin embargo, la petición fue rechazada.

Horas más tarde, en una entrevista radiofónica, la presidenta de MCCI rechazó haberse reunido entonces con Bátiz, y aseguró que ni siquiera lo conoce.

Otro de los asuntos presentados por Romero Oropeza fue el fraude en la compra de la planta de Agronitrogenados, en 2013. Indicó que de los 216 millones de dólares que Alonso Ancira, ex presidente de Altos Hornos de México, acordó pagar, se han recuperado 104. Uno más fueron contratos con la firma española Repsol, los cuales se redactaron en las oficinas de esa empresa y después se entregaron a Pemex para hacerle correcciones, y en éstos les daban la posibilidad de hacer lo que se les pegara la gana.