Jueves 2 de mayo de 2024, p. 24
Madrid. El Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) decidió acelerar las negociaciones para la fusión que pretende con el Banco Sabadell, con la que se convertiría en el segundo grupo bancario de España, después de Santander, y el tercero a nivel europeo, por detrás de Santander y el francés BNP Paribas. El presidente del grupo, Carlos Torres, decidió informar directamente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de la oferta concreta de compra de acciones para la entidad financiera catalana, para acelerar el acuerdo.
La propuesta del BBVA es un canje de acciones en el que los accionistas de Sabadell recibirían una prima de 30 por ciento sobre el precio de las acciones del banco el pasado 29 de abril, cuando cerraron a un precio de 1.7375 euros en el mercado bursátil del Ibex35. Sobre este nivel, la oferta de BBVA ascendería a 2.26 euros por acción. La ecuación de canje para llevar a cabo la compra de Sabadell sería de una acción de nueva emisión de BBVA por cada 4.83 acciones de la entidad adquirida.
En la oferta pública, BBVA se dirige al presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, para explicarle que los términos contenidos en esta propuesta cuentan con la aprobación del consejo de administración de BBVA, por lo que estamos preparados para avanzar de inmediato en la operación. Por ello les agradeceríamos que nos trasladen su valoración sobre la misma a la mayor brevedad posible para, en caso de contar con su apoyo, poder presentar sin dilación un proyecto común de fusión a nuestros respectivos consejos de administración para su aprobación definitiva
.
Además, BBVA completa la oferta con una serie de compromisos relativos a la integración de consejeros de Sabadell en la cúpula del nuevo banco y la supervivencia de la marca o la presencia del banco en Cataluña, donde la suma de las dos entidades alcanzaría una cuota de mercado de 40 por ciento.
El ministro de Economía, el socialista Carlos Cuerpo, mostró su preocupación ante la fusión y sus consecuencias en la competencia, al igual que la vicepresidenta segunda del gobierno, Yolanda Díaz, quien se manifestó abiertamente en contra de la operación. La respuesta de BBVA a estas reticencias del poder político fue que la creación de una entidad más fuerte y más rentable contribuiría de forma incremental al desarrollo económico y social de las sociedades en las que está presente a través de una mayor capacidad de concesión de crédito a familias y empresas. También se traduciría en una mayor contribución vía impuestos y en una remuneración creciente y atractiva para los accionistas
.
Una vez que se confirme el acuerdo de fusión, las autoridades competentes lo tendrán que validar y evaluar si afecta al mercado de la competencia.