Jueves 2 de mayo de 2024, p. 21
El producto interno bruto (PIB) de México creció 1.6 por ciento de manera interanual en el primer trimestre de 2024, según cifras originales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El crecimiento de los primeros tres meses del año, según mostró el informe preliminar del organismo autónomo, fue encabezado por incrementos anuales de los servicios (2.2 por ciento), seguido por la industria (0.8 por ciento) y las actividades agropecuarias (0.6 por ciento).
El dinamismo reportado en el primer trimestre del año implicó una desaceleración desde el 2.5 por ciento reportado en el cuarto trimestre de 2023 y estuvo por debajo de las expectativas del mercado, que apuntaban a un crecimiento de 2.3 por ciento.
La estimación oportuna del producto interno bruto trimestral ofrece una visión sobre la evolución de las actividades económicas del país 30 días después de que concluye el trimestre.
Las cifras definitivas se publicarán el 23 de mayo.
Con cifras ajustadas, el PIB pasó de 2.5 por ciento en el último trimestre de 2023 a 2 por ciento en el primero de 2024; mientras la variación trimestral mostró una marginal aceleración, de 0.1 a 0.2 por ciento en los periodos señalados.
Menor impulso
Analistas de Ve por Más prevén que para el segundo semestre se perderá parte del impulso asociado a la inversión pública, mientras la inversión privada seguirá lidiando con altas tasas de interés, pues estiman que éstas bajen más lentamente respecto a lo proyectado.
No obstante, destacaron que en un horizonte mayor el proceso de relocalización de las cadenas de suministro resultará en un incremento sostenido en la participación de México en el mercado estadunidense, impulsando así a las exportaciones, la inversión y el crecimiento.
Por su parte, especialistas de Citibanamex señalaron que estiman un crecimiento del PIB de 2.1 por ciento para 2024.
Aunque esperamos crecimientos trimestrales más altos para el resto del año, la expectativa de una desaceleración de la economía estadunidense, así como las elevadas tasas de interés y la menor confianza, se mantienen como riesgos internos a la baja.