Madrid. Llegado el día D, después de cinco días de reflexión y de apartarse por completo de los focos mediáticos, el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, anunciará hoy su decisión de si vale la pena o no seguir en el cargo, tras la cacería humana y la máquina del fango que padecen él y su familia por parte de la ultraderecha y la derecha. Los escenarios posibles son tres.

1) Si decide mantenerse en su puesto, lo más probable es que se someta a una moción de confianza en el Congreso de los Diputados; se da por descontado que consiga el respaldo de la mayoría plural que lo llevó al cargo, y que suman 179 escaños de los 350. Su liderazgo se vería reforzado, más allá de que la derecha le acuse de tacticismo.

2) Si renuncia, convocaría a elecciones anticipadas, con lo que se disolverían las Cortes; los comicios se efectuarían a finales de junio. Además se tendría que convocar a un congreso extraordinario de su Partido Socialista Obrero Espalol para elegir nuevo dirigente y candidato.

3) Puede optar por no continuar en el cargo, pero acordar con su partido qué figura relevante de su formación política lo sustituya. En teoría la opción que más se baraja es la de la vicepresidenta primera, la andaluza María Jesús Montero, pero también está la posibilidad de que asuma esa responsabilidad el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Se verá.