Al mediodía de ayer se inauguró Un mural zapatista para Tlatelolco en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, creado con la convicción de seguir sembrando en las conciencias, a través del arte y de nuestra cultura participativa, dijo el autor del mural, Gustavo Chávez Pavón, Guchepe.

El muralista explicó a La Jornada: en las organizaciones reforzamos la conciencia y seguimos sembrando las semillas libertarias. Es bien chido esto. Se dijo muy emocionado por el acompañamiento de Ignacio del Valle, líder comunero de San Salvador Atenco, que es un refrendo del compromiso que seguimos teniendo.

La colorida pintura de gran formato incluye motivos de lucha social, con figuras como Emiliano Zapata, un machete y una multitud de personas, así como símbolos indígenas de América, por ejemplo, la bandera wiphala de los pueblos andinos. Consigna la leyenda: Nunca más un México sin nosotros.

Ignacio del Valle, dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y preso en el contexto de su oposición al Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, recordó que Gustavo Chávez llegó a ese movimiento contra el despojo de la tierra hace más de 15 años e hizo que la gente pueda pintar y participar en muchos murales que se hicieron en las calles y en la comunidad.

Sobre la instalación de este mural mencionó: “es un paso muy importante y nos da mucho aliento esa forma de reflexión que hacemos con nuestra mirada en estos muros.

Nos refresca y nos hace saber que tenemos una identidad muy importante de la cual nos debemos sentir plenamente orgullosos: los sueños de nuestros abuelos que nos comprometen en el caminar y el cambio que necesitamos en nuestras comunidades y en nuestros pueblos.

Pavón dijo que comenzó el mural en su domicilio y luego otras personas participaron durante dos días, “un poquito en el ejemplo de cómo se hace de manera comunitaria con los compañeros de Atenco, en Chiapas y en muchos otros lugares, donde sí hemos podido trabajar más días en una obra o haciendo mantas para las marchas.

“Se dio una idea de cómo es ejercer el derecho de hacer arte, porque hemos descubierto que el arte es otro idioma, uno más del corazón, del alma, y por eso nos emociona, lo compartimos y no nos lo podemos quedar ni capitalizar. Andamos con los compañeros tomando calles, fábricas, haciendo territorios autónomos con los zapatistas, haciendo los murales. Por eso es más emotivo, porque me sale del corazón, pero el corazón rojinegro.”

Guchepe informó que la obra que conmemora la lucha social en México y el mundo y por los 30 años del movimiento zapatista será expuesta en el Memorial M68 y Movimientos Sociales del recinto universitario.

Concluyó que él no es pintor ni aspira a serlo, pero sí es un trabajador de la cultura que nació en esa actividad en los movimientos sociales.

Comienzo a pintar realmente dentro de esa conciencia al calor de las marchas, de las banderas rojinegras.