Jueves 18 de abril de 2024, p. 15
La investigación científica ha logrado identificar 12 alteraciones genéticas asociadas al desarrollo de cáncer de pulmón, con lo que la sobrevida de los pacientes que las presentan –un tercio del total– pasó de uno a casi seis años, aseguró Omar Macedo, director de Investigación del Centro de Estudios Clínicos Aske SMO.
En conferencia, el especialista subrayó la importancia de lograr la detección temprana de la enfermedad, a fin de tener una mayor oportunidad para controlar e incluso que las personas logren la erradicación del tumor con tratamientos innovadores que han surgido en la última década.
A escala global, el cáncer de pulmón representa la principal causa de mortalidad, con casi 2 millones de decesos al año. En América Latina se registran 165 muertes diarias por este padecimiento y México ocupa el séptimo lugar en la región con alrededor de 8 mil defunciones anuales.
Resaltó que en el país hasta 80 por ciento de los casos se diagnostican en etapa metastásica, es decir, cuando la neoplasia se ha replicado en otro órgano, generalmente en el cerebro, huesos y sistema linfático. Para este momento, si el paciente presenta alguna de las alteraciones moleculares para las que existen medicamentos específicos, vive más, pero no se cura. Otro problema es que aquí, la mayoría de los afectados nunca reciben los mejores tratamientos
, sostuvo.
Tabaquismo, la principal causa
Macedo comentó que 55 por ciento del cáncer de pulmón es causado por el tabaquismo, 35 por ciento por la exposición al humo de leña, 8 por ciento se atribuye a la contaminación ambiental y falta saber el impacto que tendrá el covid-19 para este tumor.
Dijo que deberán pasar alrededor de 10 años antes de que se pueda determinar el efecto de la pandemia en las personas que tuvieron la infección por el virus SARS-CoV-2, en específico porque las afectaciones más graves se reportaron en los pulmones.
Respecto del consumo de tabaco, mencionó que si bien en México se ha avanzado en la política de control de esta adicción, hacen falta otras acciones como un incremento notable
en los impuestos a estos productos y que como ocurre en otros países, los recursos se destinen a campañas de prevención y control, el diagnóstico temprano y tratamiento de las enfermedades asociadas.
De hecho, precisó, si se evitaran factores de riesgo como el tabaquismo, la exposición al humo de leña y la contaminación, se podrían prevenir 80 por ciento de las defunciones.