Pese a que el gobierno federal tiene el objetivo de incrementar sustancialmente la producción de maíz en México, datos oficiales muestran que en años recientes el espacio para su siembra, lejos de aumentar ha caído 1.1 por ciento.

De acuerdo con cifras del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), al cierre de 2023 la superficie destinada a la siembra de maíz fue de 7 millones 446 mil 156 hectáreas, mientras en 2020 era de 7 millones 531 mil 889 hectáreas.

Es decir, en el transcurso de tres años el espacio destinado para la siembra de este grano básico disminuyó en alrededor de 85 mil 700 hectáreas.

En el mismo lapso, según las estadísticas del SIAP, la producción de maíz en México ha aumentado de manera marginal al pasar de 28 millones 823 mil toneladas métricas en 2020 a 29 millones 408 mil toneladas en 2023; es decir, un avance de 1.7 por ciento.

Este incremento en la producción, pese a la disminución en la superficie sembrada, es consecuencia de un ligero aumento en el rendimiento, pues mientras en 2020 se obtenían 3.84 toneladas de maíz por hectárea, en 2023 se obtuvieron 3.95 toneladas.

Uno de los grandes problemas que tiene por resolver México es el rendimiento, toda vez la cantidad de maíz cosechado por hectárea está lejos de la media mundial, que es es de 11 toneladas métricas por hectárea en maíz blanco y de 9 toneladas en grano amarillo.

La mayoría del maíz que se produce en México es blanco, el cual alcanza para cubrir prácticamente el total de la demanda de la población; sin embargo, cada año importa alrededor de 17.5 millones de toneladas de maíz amarillo, el cual es utilizado por la industria y como alimento para aves y ganado.

Para 2024 el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) prevé que la superficie para sembrar maíz en México continúe a la baja al igual que la producción.

Se privilegia la exportación

El organismo estadunidense prevé que este año México coseche 25 millones de toneladas de maíz, que de concretarse implicaría una caída de casi 15 por ciento en comparación con las 29 mil 400 millones de toneladas registradas en 2023.

Derivado de lo anterior, el USDA anticipa que las importaciones mexicanas de granos (principalmente amarillo, transgénico y desde EU), se ubicarán en alrededor de 19 millones 600 mil toneladas métricas, nivel similar a las 19 millones 700 mil toneladas de 2023.

La disminución en la superficie destinada para la siembra de maíz se da en un contexto en el que ha aumentado el espacio para otros productos agroalimentarios más redituables al venderlos en el extranjero, como es el caso del aguacate y las berries.

Por ejemplo, datos del SIAP indican que en 2020 la superficie cosechada de aguacate era de 241 mil hectáreas, mientras que para 2023 ascendió a 257 mil hectáreas, es decir, un incremento de 7 por ciento. Lo anterior se reflejó en la producción, la cual pasó en el periodo referido de 2 millones 380 mil toneladas a 2 millones 673 mil toneladas.

Otro ejemplo, es de las fresas, el producto más importante dentro de las berries, cuya superficie de siembra en 2020 era de 13 mil 482 hectáreas, mientras que para 2023 aumentó 33 por ciento al ubicarse en 17 mil 941 hectáreas.

Según datos oficiales, en 2023 las exportaciones de aguacate ascendió a 2 mil 948 millones de dólares, mientras que el de fresa, zarzamora, frambuesa y arándanos fue de 2 mil 653 millones de dólares.

En contraste, el año pasado el país gastó más de 5 mil millones de dólares en la importación de un alimento básico como el maíz.