vuelos de la muertede la guerra sucia
Centro Prodh y Situ Research se basan en diversos documentos e imágenes inéditas
Martes 26 de marzo de 2024, p. 8
Por primera vez, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) y la oficina de investigaciones visuales Situ Research de Nueva York lograron reconstruir visualmente cómo se desarrollaban los llamados vuelos de la muerte
, en los que integrantes del Ejército lanzaron al mar a guerrilleros y disidentes del régimen priísta.
Con el uso de nuevas tecnologías, imágenes satelitales desconocidas de aquella época, información periodística, archivos de víctimas y académicos, así como documentos de una investigación militar revelada en 2002 que no llegó a juicio, pero incluye numerosos testimonios de elementos castrenses, las dos organizaciones elaboraron un video en el que se recrea esta operación clandestina cometida durante la guerra sucia.
Destacaron que bajo las órdenes y la participación directa de los generales Mario Arturo Acosta Chaparro y Francisco Quirós Hermosillo, miembros del Ejército transportaron a disidentes políticos a la Base Militar de Pie de la Cuesta, en Acapulco, Guerrero, donde fueron ejecutados arbitrariamente y sus cuerpos arrojados al océano en vuelos nocturnos, para desaparecer todo rastro de ellos. Esto fue realizado de manera sistemática por lo menos durante seis años, en la década de los 70.
El video sigue el rastro de Alicia de los Ríos, una joven militante de la Liga Comunista 23 de Septiembre desaparecida forzadamente en 1978. Ella fue detenida en la Ciudad de México y llevada al Campo Militar número 1.
Junto a Alfredo Medina Vizcaino, fue trasladada días después a la Base Aérea de Pie de la Cuesta. Alfredo sobrevivió, pero de Alicia se desconoce su paradero, se menciona.
Con base en una imagen desclasificada de un satélite espía estadunidense de 1975 y más de 10 testimonios de personal militar, se señala que los detenidos eran llevados a una construcción de ladrillo con techo de cemento, conocida como El Bungalow, que servía de celda de arresto temporal antes de que se cometieran las ejecuciones.
En sus narraciones, los militares describieron cómo los disidentes eran conducidos con los ojos vendados a un banco en la playa, donde se les disparaba por detrás del cuello. Luego sus cuerpos eran llevados al avión.
El número total de vuelos de la muerte
y de aeronaves utilizadas es desconocido, pero la investigación militar identificó dos aviones Arava 201. Cada uno podía contener como mínimo cinco cuerpos. Se colocaba una lona para evitar que rastros de sangre se filtraran en las grietas de la nave, que en el video se recrea en 3D. Los cadáveres eran colocados en sacos con rocas para garantizar que se hundieran en el mar, se relata.
Analizando el punto de partida de los vuelos, según bitácoras conocidas en la investigación de 2002, la duración de éstos y teniendo en cuenta la capacidad de combustible, se calcula que los cuerpos podrían haber sido arrojados a no más de 230 kilómetros de la costa.
Las organizaciones de defensores de derechos humanos resaltaron que el Ejército mexicano se ha negado a reconocer esta práctica y además no ha permitido el acceso a sus archivos, manteniendo bajo resguardo documentos claves mencionados por testigos; por ejemplo, un posible registro de los nombres de las víctimas y grabaciones de dos de los vuelos, evidencia que de recuperarse contribuiría a conocer la identidad y el último paradero de las víctimas.
El Centro Prodh y Situ Research subrayaron que estos crímenes, como otros sucedidos en el periodo de la llamada guerra sucia, permanecen en la impunidad.
El material audiovisual fue presentado ayer en el marco del Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y la Dignidad de las Personas.