Río de Janeiro., Las autoridades brasileñas detuvieron ayer a los tres presuntos autores intelectuales del asesinato de la concejala de Río de Janeiro Marielle Franco, en 2018, en un paso muy esperado por la sociedad después de años de exigir justicia.

El homicidio de Franco, de 38 años, cometido desde un vehículo en movimiento, sacudió Brasil y resonó en todo el mundo. Se destacó como una de las pocas mujeres negras en el consejo y también era bisexual. Su asertividad y su mera presencia irritaron a algunas personas, pero ella permaneció en el cargo imperturbable.

La Policía Federal (PF) capturó en Río al ex jefe de la Policía Civil Rivaldo Barbosa, al consejero del Tribunal de Cuentas de Río Domingos Brazao, y a su hermano, el diputado federal Joao Chiquinho Brazao, detalló el Supremo Tribunal Federal (STF), que ordenó las prisiones preventivas.

Los dos políticos y el ex jefe policial fueron señalados por Alexandre de Moraes, el juez del STF a cargo del caso, como presuntos arquitectos del asesinato a balazos de Franco y su chofer, Anderson Gomes, el 14 de marzo de 2018.

El crimen fue ideado por los dos hermanos y meticulosamente planeado por Rivaldo Barbosa, sostiene De Moraes en el documento donde ordena su prisión preventiva.

Se trata de un avance clave en el caso que generó indignación en Brasil y el exterior, y una posible respuesta al interrogante que ha resonado desde hace seis años: ¿Quién mandó matar a Marielle?

El ministro brasileño de Justicia, Ricardo Lewandowski, indicó en conferencia de prensa en Brasilia que los trabajos de investigación fueron concluidos, aunque pueden surgir nuevos elementos.

Tenemos bien claro quiénes son los ejecutores de este crimen repulsivo, por ser de naturaleza claramente política, señaló, tras celebrar la victoria del Estado brasileño y de las fuerzas de seguridad contra el crimen organizado.

Los hermanos Brazao y Barbosa estuvieron detenidos en la sede policial de Río y luego fueron trasladados a Brasilia, donde permanecerán en una cárcel federal.

La operación policial cumplió además 12 órdenes de búsqueda y aprehensión en domicilios, congelamiento de bienes, separación de la función pública y otras medidas como entrega de pasaportes. Dichas medidas abarcan, entre otros, a la esposa de Barbosa y a un ex jefe del departamento de homicidios de la policía.

El caso de Franco, nacida en una favela, defensora de las minorías y crítica de la violencia policial, pasó a la dirección de la Policía Federal en febrero de 2023, tras la asunción del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.

La pesquisa tomó impulso en julio de 2023, cuando el presunto conductor del auto desde el que se produjo el ataque, el ex policía militar Elcio Queiroz, confesó su participación y la de Ronnie Lessa, otro ex miembro de la fuerza.

La semana pasada, el juez De Moraes aprobó la delación premiada de Lessa, detenido bajo sospecha de disparar el arma, quien aportó elementos relevantes que derivaron en la detención de Barbosa, quien como alto mando policial recibió a los familiares el día después de los asesinatos.

Anielle Franco, hermana de Marielle y ministra de Igualdad Racial, valoró el gran paso adelante para dilucidar los asesinatos. Pero destacó el largo camino por recorrer para su esclarecimiento.