Lunes 25 de marzo de 2024, p. 18
Los bancos han optado por dirigir gran parte de sus recursos a la digitalización del negocio y las sucursales poco a poco comienzan a disminuir en territorio nacional. Desde marzo de 2020, cuando dio inicio la pandemia de covid-19, hasta diciembre de 2023, estas instituciones han cerrado casi mil establecimientos físicos, según información del Banco de México (BdeM).
En marzo de 2020 había 12 mil 781 sucursales bancarias en el país, y al concluir diciembre de 2023 la cantidad había disminuido a 11 mil 838, lo que significa que los bancos comerciales cerraron 943 establecimientos desde esa fecha.
Diciembre de 2019 se mantiene como el mes que se alcanzó la mayor cantidad de sucursales abiertas en México, con 12 mil 883, lo cual indica que en esos cuatro años los bancos cerraron mil 45 establecimientos físicos.
El cierre de las sucursales ocurre en un momento en que los bancos del país han apostado por acelerar su estrategia de digitalización, pues en sus aplicaciones para teléfonos celulares se pueden hacer casi todas las operaciones, con excepción de algunas como la contratación de créditos hipotecarios y, en ocasiones, los de compra de automóviles.
BBVA reportó un total de 30 millones 200 mil clientes al cierre de 2023, de los cuales 22 millones (72 por ciento) son digitales. La institución financiera detalló que entre 2022 y 2023 sumó 5 millones 200 mil clientes nuevos, 83 por ciento de ellos a través de canales digitales, mientras 78 por ciento de las ventas se hicieron por estos medios.
Santander atraviesa una situación similar, pues al cierre del cuarto trimestre de 2023 reportó una base de 20 millones 516 mil 166 clientes, con 6 millones 883 mil clientes digitales y 6 millones 657 mil móviles, es decir, aquellos que realizan todas sus operaciones por medio de la aplicación.
A su vez, el 78.9 por ciento de las transacciones se hicieron por medios digitales; de éstas 98 por ciento se realizaron por aplicación móvil y sólo 2 por ciento mediante banca por Internet.
La tendencia a la digitalización obedece a que los costos de operación son menores, los servicios tienen mayor alcance y pueden ofrecerlos de forma más rápida, aunque ello no significa que las sucursales vayan a desaparecer.
Los cajeros automáticos son un ejemplo de lo anterior. Al cierre del año pasado los bancos tenían a lo largo del país 62 mil 828 aparatos, mientras en diciembre de 2022 sumaban 61 mil 150; es decir, en un año se instalaron mil 678 máquinas, prácticamente cuatro diarias.